El Informe de Art Basel/UBS 2024, establece que las ventas globales del mercado del arte alcanzaron 65.000 millones de dólares, consolidándose dicho sector como alternativa para inversores que buscan diversificar y asegurar su billetera. Entonces, ¿cuáles serían las fórmulas o estrategias precisas para el posicionamiento de la obra de un artista determinado en el mercado del arte internacional?

Desde mi punto de vista, una de las vías más efectivas es la inclusión de sus obras en exposiciones de museos, instituciones culturales y ferias de arte de prestigio ya que estos espacios aseguran visibilidad y reconocimiento privilegiados, resultando clave en el proceso de validación de la calidad del producto artístico en el mercado internacional.

La adquisición por parte de colecciones públicas y privadas, repercute como nota consistente de la calidad estética, la riqueza significativa y el valor de la obra como activo único y tangible de alto rendimiento, aun cuando el 60% de los coleccionistas, apuesta por el efecto emocional y sugestivo como primer motivo de adquisición. Pero, los museos, las fundaciones y colecciones privadas, siguen atrayendo nuevos coleccionistas y potenciando la revalorización de las obras de arte.

Y esto es justo lo que ocurre en el caso del casi olvidado artista dominicano Jorge Noceda Sánchez (1931-1987), cuya obra viene registrando una impresionante revalorización, gracias al aprecio de coleccionistas, especialistas, art dealers y casas de subastas de Estados Unidos y, especialmente, a la mirada sensible y previsora de coleccionistas dominicanos como Fernando Báez Guerrero y Nancy Tavárez de Báez; Isaac y Betty Rudman; Edmon Elías Jr.; Samir Rizek Sued; Alberto Y. Cruz y Hécbtor José Rizek.

En 1952, Jorge Noceda Sánchez, egresa como doctor en medicina de la Universidad de Santo Domingo, trasladándose a los Estados Unidos, donde se especializa en gastroenterología en la Universidad de Nueva York. En 1956, presenta su primera exposición individual en Nueva York e ingresa en la National Academy of Design, donde recibe lecciones de los influyentes artistas Robert Philip (1895-1981) y René Robert Bouche (1905-1963).

En 1958, expone en el Museo Nacional de La Habana, Cuba, y el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, España. En 1959, presenta una muestra individual en el Museo Nacional de Ueno en Tokio, Japón. Mas adelante, expone en Hong Kong; Nueva Delhi; Tel Aviv; Atenas; Roma y la Royal Academy de Londres. En 1964 es designado agregado cultural de la embajada de República Dominicana en Japón y en 1966 se traslada a Miami, donde se convierte en criador de perros campeones Shih Tzu y Chin japoneses, con su amigo y socio de toda la vida Gilbert Stanley Kahn (1928-2010).

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El dilatado vínculo afectivo de Jorge Noceda Sánchez con G. S. Kahn, hijo de la célebre filántropa estadounidense Janet Annenberg Hooker (1904-1997) y sobrino del influyente editor y filántropo Walter H. Annenberg (1908-2002), podría ser un revelador capítulo de su vida creadora y algunas claves del repunte de su refinada y sugestiva obra pictórica en prestigiosas casas de subastas estadounidenses como Doyle/NY, rematadora de su “Paisaje Surrealista”(1960), en $15.360 (01.02.2024) y su obra “Enchantment” (1960), en $24.320 (24. 09.2024). Asimismo, su enigmático y fascinante “Paisaje Surrealista” (1964), fue rematado por la casa John Moran/CA, en $38.100.00 (15. 07. 2025).

Desde luego, como nos permiten apreciar los resultados de estas casas de subastas y las cifras suministradas por Artprice, el consistente proceso revalorizado que reconoce actualmente la obra de Jorge Noceda en Estados Unidos, tiene mucho que ver con las 35 obras del artista adquiridas y sumadas a su colección por Fernando Báez Guerrero y Nancy Tavárez de Báez a partir del 2004, además de la resonancia internacional que tuvo la exposición basada en estas mismas obras, presentada en la Sala Ramón Oviedo del Ministerio de Cultura en 2023.