Las artes plásticas dominicanas reciben un impulso decisivo con la llegada de artistas e intelectuales europeos -españoles, alemanes, húngaros y austriacos- que se refugian en el país desde finales de la tercera década del siglo XX como consecuencia de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Inmediatamente, algunos de los más importantes de estos se integran como docentes en la Escuela Nacional de Bellas Artes, creada gracias al entusiasmo y la ardua labor del Dr. Rafael Díaz Niese en el año 1942. Como resultado de dicha integración, en la modernidad artística dominicana se destacan grandes pintores y escultores cuyas producciones excepcionales definen uno de los componentes más sensibles y significativos de nuestro patrimonio artístico y cultural.
La tradición escultórica en Santo Domingo se remonta a los taínos/arawacos y prevalece en el arte popular con la manufactura de objetos: ídolos -cemíes-, vasijas, bateas, canoas, hamacas, macutos, cestos, muebles, santos de palo y máscaras del carnaval, los cuales constituyen expresiones importantes de la artesanía dominicana actual. Sin embargo, aun cuando resulta notable la lista de escultores en cuyas obras se confirman la maestría y la excelencia, tales como Gaspar Mario Cruz, Luichy Martínez Richiez, Domingo Liz, Antonio Toribio, Antonio Prats Ventós, Soucy de Pellerano, José Ramón Rotellini, Ramón Osorio, Bismarck Victoria, entre otros, la escultura ha sido y es una de nuestras expresiones artísticas de más difícil o complejo desarrollo y de menor proyección, tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación de crisis y poscrisis que enfrenta la práctica escultórica dominicana en la actualidad no sólo se confirma en las cuestiones y problemáticas de creatividad, producción y circulación a nivel local, sino también en la constante atención que recibe por parte de instituciones, historiadores y críticos del arte, así como por los propios artistas interesados. Precisamente, la mañana del pasado sábado 6 de julio, el Museo Bellapart organizó un coloquio en el que Danilo de los Santos, historiador y crítico de arte (ADCA/AICA), Freddie Cabral, presidente de la recién formada Unión de Escultores Dominicanos (UEDOM), y Miguel Valenzuela, director de la Escuela Nacional de Artes Visuales (ENAV), desataron un debate, ciertamente inflamable y todavía más fructífero, sobre los orígenes, el proceso de desarrollo, la actualidad, los retos y las posibilidades de la escultura dominicana.
En realidad, dicho coloquio fue una de las actividades centrales del programa que Myrna Guerrero, directora del Museo Bellapart, había concebido como soporte reflexivo y educativo de la magnífica exposición colectiva que ha curado con rigor y esmero bajo el título de Vanguardia escultórica en la Colección Bellapart. Integrada por un poderoso conjunto -más de 60 piezas- de la autoría de Manolo Pascual (1902-1983), Luichy Martínez Richiez (1928-2005), Antonio Prats Ventós (1925-1999) y Gaspar Mario Cruz (1925-2006), se trata de una de las exposiciones más profundas, espectaculares y trascendentes que ha producido y organizado el Museo Bellapart desde su apertura (1999) en tanto nos enfrenta a una visión amplia y específica de la obra de cuatro creadores fundamentales de las artes plásticas y visuales del siglo XX en la República Dominicana.
Inaugurada la noche del pasado miércoles 26 de junio, Vanguardia escultórica en la Colección Bellapart se registra como una propuesta curatorial que habrá de considerarse referente inevitable en materias de investigación e instalación museográficas en el Santo Domingo de las últimas tres décadas. A través de su recorrido, los espectadores tienen la oportunidad de reencontrarse con la obra de estos cuatro maestros geniales, distintos y distintivos de la escultura dominicana, ligados estrechamente a la Escuela Nacional de Bellas Artes desde sus inicios, pero también con la autenticidad, particularidades individuales y niveles de transcendencia de sus producciones y trayectorias en el espacio y en el tiempo.
Asimismo, en el caso de las obras seleccionadas por Myrna Guerrero a partir del conocimiento directo y detenido de la extraordinaria colección de obras de estos cuatro pilares de la vanguardia escultórica dominicana que durante más de cuatro décadas ha logrado reunir y conservar don Juan José Bellapart, la diversidad de imaginarios, representaciones, conceptos, poéticas, objetos, técnicas, formatos y dimensiones, nos permite acceder al reconocimiento de una misma volición estética de rupturas, transmutaciones y síntesis estilísticas constantes a través de los efectos de unas prácticas simbólicas altamente especializadas, lúdicas, místicas y eminentemente identitarias.
En tal sentido, precisa Myrna Guerrero: En Manolo Pascual se manifiesta la búsqueda permanente de expresión a través de los materiales. Luis Martínez Richiez, Luichy, es el virtuoso de la escultura orgánica, de las formas voluptuosas y de las referencias eróticas. La observación permanente y acuciosa a la naturaleza proporciona a Antonio Prats Ventós inspiración para un universo escultórico puro, sinuoso y agreste. Tradiciones y herencias ancestrales toman forma bajo la certera y amorosa mano de Gaspar Mario Cruz para quien madera y talla constituyeron la esencia de su creación
En efecto, los aportes de Manolo Pascual, Luichy Martínez Richiez, Gaspar Mario Cruz y Antonio Prats Ventós, se tornan claves para advertir los orígenes de nuestra producción simbólica tridimensional, así como las mismas fuentes revitalizadoras de la constante ruptura y reflexión en el arte dominicano contemporáneo. De ahí que Vanguardia escultórica en la Colección Bellapart se torna en una irrepetible y excelente oportunidad para que los amantes del arte, coleccionistas, investigadores, artistas y estudiantes, disfruten de la fascinante aventura espiritual del encuentro con las más profundas raíces de la escultura dominicana moderna y contemporánea al mismo tiempo de identificar las diferencias y los vínculos de estos cuatro maestros esenciales. El Museo Bellapart, localizado en la Av. J. F. Kennedy esq. Dr. Lembert Peguero, edificio Honda, 5to nivel, está abierto en horario de lunes a viernes, de 9:00 am a 6:00 pm y los sábados de 9:00 am a 12:00 pm.