En el Museo de Arte Moderno se mantiene abierta una exposición colectiva que merece ser visitada y disfrutada detenidamente. Se trata de AEgos en Almíbar@, cuyo notable cuerpo de obras integra pinturas, esculturas, dibujos, instalaciones, videos y fotografías.
Organizada y producida por la Embajada de la República Argentina en la República Dominicana, la Dirección General de Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina y la Dirección del MAM, dicha muestra reúne una selección de la producción reciente de artistas argentinos residentes en el país, entre quienes destacan algunas personalidades con aportes bastante sensibles, tanto en el Aaire@ como en las mismas entrañas de nuestra Arealidad artística@, tales como Tete Marella, Leopoldo Maler, Hector Cappelletti, Enrique Royo, Daniel Pezzi, Marcelo Ferder y, más recientemente, el joven dramaturgo José Luís Pedroza.
ADeseaba acercar al público dominicano las obras de estos esforzados artistas argentinos residentes, como Leopoldo Maler, Tete Marella, Enrique Royo, Marcelo Ferder, Cecilia Casamajor, Karin Weyland, Hector Cappelletti, Daniel Pezzi, y José Luís Pedroza, que habían echado raíces en Quisqueya. Y decidimos llamarla AEgos en Almíbar@, en una clara alusión a nuestra pintoresca y tanguera personalidad ligada a un delicioso y popular dulce, como una imagen en el espejo de nuestra identidad. Como Embajador de la República Argentina en la República Dominicana me siento sumamente orgulloso de haber reunido y presentar a este conjunto de artistas argentinos que el destino los trajo alguna vez a estas cálidas tierras, como un ejercicio de acercamiento entre nuestros pueblos y nuestras culturas, que en mucho se identifican. Y ojalá pueda marcar el comienzo de una nueva era en las fraternales relaciones entre nuestros dos países@, sostiene, en el texto introductorio del catálogo, Jorge J. A. Roballo, Embajador de la República Argentina en Santo Domingo.
Entre las obras más significativas de esta exposición figuran AOid mortales@, videoinstalación de Leopoldo Maler; AArgentaínos@, instalación de Marcelo Ferder; AEl hombre de la esquina rosada@, pintura de Tete Marella, así como una serie de 16 fotografías en color de Héctor Cappelletti, 15 cerámicas de Enrique Royo y 15 esculturas en poliestireno, poliuretano, madera y nylon de Daniel Pezzi.
AEgos en Almíbar@ también incluyó las precisas y evocadoras imágenes fotográficas en blanco y negro de Karin Weyland, las pinturas de Cecilia Casamajor y la desafortunada performance ACasablanca@ de José Luis Pedroza con la Aactuación@ de Ruth Emeterio Ramos y Julio Joseph.
Con AOid mortales@, Leopoldo Maler ha ejecutado uno de los hechos artísticos más irreverente jamás presentado en el espacio del MAM. Además de una carreta de madera(utilizada como medio de transporte de carga en la industria azucarera)llena de televisores encendidos en cuyas pantallas aparecen palabras y textos extraídos de la Constitución Nacional, en su formidable obra abierta, el reconocido instalador y performer introduce la presencia de un toro vivo(padrote o semental) que opera como metáfora clave y demoledora de las contradicciones históricas, económicas, sociopolíticas y culturales sobre las que se sostienen la posmodernidad, el Estado y la consciencia nacional en Santo Domingo.
Esta imprevista reacción polivalente de Leopoldo Maler ha causado un gran revuelo en el ambiente artístico dominicano de la actualidad, dejando a muchos espectadores al borde del delirio y de la profunda meditación. Pero, por su parte, Marcelo Ferder se ha encargado de intensificar la vitalidad reflexiva, la riqueza imaginativa y la deliciosa chispa humorística que caracterizan el cuerpo expositivo de AEgos en Almíbar@. Así, en sus instalaciones tituladas AArgentaínos@ y AUno@, este destacado arquitecto, diseñador y artista plástico que reside en Santo Domingo desde hace más de una década, juega, se divierte y reflexiona estéticamente con las problemáticas contemporáneas de la migración, el desarraigo y la solidaridad. En el Caso de Ferder, estamos frente a un artista cuya sensibilidad, formación, creatividad y espíritu participativo, lo han llevado a comprometerse plenamente y de manera activa con la vida cultural dominicana, llegando a plantear una serie de ideas, percepciones, propuestas y acciones de validez considerable.
Una de estas ideas o percepciones es abordada plásticamente por Ferder con sutileza estética y economía poética formidables en AArgentaínos@ y AUno@. Al considerar su reveladora autenticidad y su importancia significativa, registramos aquí las propias anotaciones del artista al respecto.
AEl tema central de estas instalaciones gira alrededor de la compleja relación que se produce en el emigrante entre la patria que deja atrás y la nueva, ambas resultan ser conceptos incompletos, ambas irreales: se añora un lugar que ya no existe, se trata de vivir en el nuevo lugar como si uno fuera de ahí, pero siempre se le hará notar que uno Aes pero a la vez no es parte de@. Esta paradoja se da también en la tierra natal: algo se ha perdido. El emigrante se transforma así en un híbrido: mulato o mestizo cultural que sufre pero a la vez como en todo sincretismo se beneficia de dicha situación. Ambos conceptos se necesitan. Como diría el músico uruguayo Jaime Ross en su candombe ALos olímpicos@… Ael que se fue no es tan vivo, el que se fue no es tan gil@(tonto)…
ALas dos instalaciones se apoyan en el objeto CAJA. En Argentaínos, las cajas montadas sobre las tarimas de madera sugieren que están siendo transportadas hacia o desde algún puerto o aeropuerto donde gráficamente se explota la relacion entre las palabras Aargentinos@ y ATaínos@, tribu de origen Arawak, primeros pobladores de la República Dominicana, creando el neologismo que da el título a la obra. La letra AA@ marca la diferencia; suspendida, trata de colarse, es la diferente pero a la vez contiene el sol, símbolo de lo caribeño y a la vez imagen central de la bandera argentina.