En el Museo de Arte Moderno “Geo Ripley 9: número de ancestros/autoretrato

En el Museo de Arte Moderno “Geo Ripley 9: número de ancestros/autoretrato

POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Geo Ripley es portador de una Alquimia subversiva. Su sensibilidad y su visión le permiten reciclar los desperdicios de su taller y transmutarlos sutilmente en polvo cósmico. Materia viva de la imaginación. «Basura» trascendida, sagrados residuos de la arcilla, de la pasión, de la memoria y de la entrega  que arden en sus manos y con los cuales el es capaz de recrear el Origen del Ser, la Vía mas enigmática, la crónica sideral, el Camino infinito, el mágico cristal de las estrellas que siguen  brillando desde el lado oscuro de la Luna y desde los mismos ojos claros de cada uno de nosotros.

Hasta el 20 de abril del 2007 ha decidido extender el Museo de Arte Moderno la muestra «Geo Ripley, 9:  Número de Ancestros/Autorretrato», la cual está compuesta  más 50 obras que exponen seis momentos decisivos de su producción pictórica y dibujística de los últimos diez años. Entre sus preocupaciones esenciales destacan las mitologías fundamentales  africanas, amerindias y afrocaribeñas. Estas seis estancias son «Terranostra» (1997), «Crónica de Indias» (1998), «Asé» (poder, rojo, blanco y negro) (2000), «Oddudua» (2004), «Presencias» (2006) y «Telas Africanas de la Tradición del Barro de Mali», (1999),  intervenidas por el artista  a lo largo de los últimos nueve años.

Con «Terranostra» asistimos un ejercicio pictórico riguroso que aborda el misterio o enigma de la existencia. «Oddudua» es la piedra que es vida y reconstruye metafóricamente el trayecto de  la persistencia del ser y de la creación. «Crónica de Indias» es un viaje a la semilla en el que Geo Ripley  desanda  el mito, la cultura, la historia, el tiempo y el espacio americanos.

«Presencias» está compuesta por una serie de dibujos en  acrílica sobre papel en la que el artista llega al máximo de su expresividad formal.

«Geo Ripley, 9: Número de Ancestros.  Autorretrato» es la entrega transparente de una mística consagrada. Es el agradecimiento, el regalo mejor  de Geo Ripley a quienes le aman y le admiran y también a quienes aún no alcanzan la  sabiduría para respetar y reconocer la trascendencia de su obra y sus ideas estéticas. Asímismo, esta sublime entrega es gratitud por la libertad, por la oportunidad de ejercer la imaginación con el grado de depuración conceptual que le caracteriza, pues  sus convicciones éticas y su práctica creativa lo conmueven hasta el impecable «ofrecimiento» del irrespeto, hasta la purificadora despedida de la ceguera, la insensibilidad y la miserable palidez de los burócratas.

Estas pinturas de Geo Ripley se nos revelan como imágenes de alteridad, imágenes de lo nuestro y de lo otro. Imágenes de un mundo y de una conciencia en proceso. Ideogramas. Des-enmascaramiento de las re-encarnaciones. Turbión eléctrico ante cuya inminencia estalla la vastedad de nuestras devastaciones ontológicas. Búsqueda del ser y el no ser a través de la supresión de toda representación.

Superficies ocres, vestigios de la sangre, ecos de la arcilla, la  piedra y el metal. Grisallas de la Tierra, pátinas sin tiempo, veladuras de fuego  y colores «grilletes» que en su proceso de materialización florecen como dorada substancia de la existencia, como  efectos imagéticos de continua y  natural actividad, como transmutación simbólica de un espacio místico, de una forma de pensamiento profundamente espiritual e íntimamente auténtico.

Geo Ripley nació en Venezuela en el año 1950, hijo de exiliados políticos dominicanos, desde pequeño mostró grandes intereses y cualidades excepcionales para la pintura y el dibujo. En 1967, ya en República Dominicana, y a los 17 años de edad, un Jurado integrado por Michael Irving, Héctor Incháustegui Cabral y Pedro René Contín Aybar , le otorga  el Segundo Premio de Dibujo del  Tercer Concurso Anual de Arte León Jimenes por su obra en técnica mixta sobre papel titulada «Inspiración»,  la  cual produjo una real ruptura con los cánones establecidos por los maestros académicos de las décadas de los 40, 50 y  60 del siglo XX.

Graduado de Profesor en Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1972.  Con varios postgrados realizado en la Academia de Bellas Artes  de Roma, Italia: «Nuevos Materiales para la Escultura (1973-75). Fue profesor invitado de la Universidad Simón Bolívar  de Caracas, Venezuela (1976), profesor de la Escuela de Arte de la Universidad APEC (1978), profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1980) y profesor  invitado al Proyecto Acces  de la  Universidad Buena Vista (1995), Estados Unidos. Ha dictado numerosas conferencias sobre arte, cultura, arte público, urbanismo, salud pública, educación y políticas culturales en diversas instituciones nacionales e internacionales.

Geo es considerado uno de los iniciadores del arte del  performance y las instalaciones en el área del Caribe. En 1972 realizó la primera instalación en Santiago de los Caballeros, con música e incienso, pinturas en el piso y cuadros. Su obra «Meditación en la vida a través de la muerte» fue considerada una de las obras más importantes en el 7mo. Festival Internacional de la Pintura de Cagnes-Sur-Mer (Francia) en 1975. En esta obra, Ripley  trata la representación del proceso de germinación del maíz en un cráneo humano.

En 1980 rompe todos los esquemas formales de la Bienal de París, creando y recreando un ambiente mágico con base en el vudú dominicano y en 1981, dentro de la celebración del 50 Aniversario del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) presenta «PIJAO», video realizado en Colombia y, hasta el momento, es el único artista dominicano que ha expuesto en esta importante institución de los Estados Unidos. En 1989 produce «El ancestro con el cuerpo pintado de rojo», un performance que muestra en París, Bonn, Jarash (Jordania) y Londres y que fuera considerado única «Expresión subversiva del Caribe».

Geo  Ripley ha cumplido, además, una muy importante labor con los niños y jóvenes del Nuevo Curro, los bateyes del Sur y los barrios marginales de Santo Domingo en su condición de Consultor Cultural de Naciones Unidas para proyectos de Asentamientos Humanos y Viviendas. Recientemente ha sido  designado al frente del Departamento de Patrimonio Intangible, adscrito a la Subsecretaría de Patrimonio Cultural, se mantiene como miembro proactivo de Tierra Tierra Fundación y del Consejo de Anciano del Colectivo Epistémico Guabancex, Viento y Agua.

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