En el ojo de la tormenta económica

En el ojo de la tormenta económica

Desde el último trimestre del 2008 ha sido persistente la desaceleración de la economía dominicana, que se inicio cuando las autoridades monetarias contrajeron la liquidez para reducir el impacto externo sobre los precios internos.  Comparado con los primeros tres meses del 2008, las exportaciones y las importaciones del primer trimestre del 2009 se redujeron alrededor de 15%, no se vio inversión privada ni de dominicanos ni de extranjeros, los negocios reportaron una fuerte caída en las ventas, confirmado por la reducción en los ingresos tributarios en casi RD$15 mil millones en los primeros cuatro meses del año. 

A la caída en los ingresos tributarios y la falta de préstamos externos, el gobierno respondió con una fuerte reducción del gasto de capital, un error  porque en un 80% la economía depende del consumo público y privado, el último del primero en buena medida. Si se suma el empeoramiento de los indicadores de producción y empleo en los Estados Unidos, de donde dependemos por el lado de las remesas, turismo y exportaciones de bienes, no hay que ser experto para darse cuenta de que la economía dominicana esta en serios problemas, y que el asunto podría ir para largo.

Para que la economía arranque, el gobierno debe ejecutar gasto de capital en los próximos seis meses, debe endeudarse con el exterior a fin de lograr no menos de US$1000 millones. Para obtener los recursos será imprescindible un acuerdo con el FMI, a lo que se resiste el Presidente Fernández porque está pensando en política, en las elecciones congresuales y municipales del 2009, no quiere que le amarren las manos. Para entretener cita que la banca comercial mundial esta ofertando préstamos, cuando se sabe que no es así, porque tiene problema de solvencia que debe resolver disminuyendo el crédito.

La otra posibilidad del gobierno es la emisión de bonos, tendría que pagar entre 9% y 10% por el riesgo país, más el interés de los papeles del Tesoro Norteamericano, alrededor de 3%, un financiamiento oneroso si lograra colocar los bonos, lo que estaría por verse debido al deterioro de las finanzas públicas.

El país no tiene salida, se debe acudir al FMI, se debió hacer antes de iniciarse el 2009. El Presidente Fernández sigue ocultando la realidad y vendiendo esperanza con el cuento de que el ojo de la tormenta ya paso y que solo quedan ráfagas. Otra es la verdad, estamos en medio de ella.

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