En el país aún no se  ha aplicado un 
plan nacional contra las drogas

En el país aún no se  ha aplicado un <BR>plan nacional contra las drogas

La droga sigue fluyendo. Las cabezas de hidra del narcotráfico dominicano no se han cortado. Están blindadas, acorazadas por gente de poder, por los que con su  silencio  o actitud permisiva,   protegen a los patrocinadores de este negocio sucio. Gente intocable,  narcotraficantes de cuello y corbata que impunemente lograron fortunas colosales, con millones de dólares para saciar la avaricia de quienes desde posiciones estratégicas en el ámbito civil y militar les venden sus servicios, contribuyendo a tronchar cualquier esfuerzo dirigido a frenar el trasiego de narcóticos.

¿Quiénes son?

Nuevos rostros han sido estampados con el estigmatizante sello de narcotraficantes, pero  grandes negociantes siguen a buen resguardo con tolerancia y omisiones. Tras bastidores se señalan políticos, funcionarios, empresarios, se les ha vinculado a partidos, aunque la narcoactividad siguió creciendo cuando  no estaban en el  poder, luego de cambios de mando entre reformistas, perredeístas y peledeístas. Y es que este  poderoso negocio  trasciende cualquier gobierno, mueve  influencias,  posee todo el engranaje para  operar, una gran capacidad financiera para corromper, enrolar  gente vulnerable a los tentadores dólares del narco.

Fracaso

Por agua, mar y tierra la droga sigue fluyendo. Su  crecimiento exponencial evidencia el fracaso de la lucha contra este flagelo, y no sólo por la desatención de Estados Unidos  de la vigilancia marítima  y  aérea caribeña, con una contracción a 2007 de un 62%, sino primordialmente  por la connivencia y otros factores internos  que permiten el ingreso y salida de la droga, su mercadeo local.

Plan antidrogas

Pese a que se diseñaron, aún no se ha aplicado ningún programa nacional que contrarreste el tráfico y consumo de drogas. La estrategia seguida, caracterizada por la improvisación,  falta de coherencia y   sistematicidad, ha resultado infuncional, está desfasada. Adscrita al modelo norteamericano, privilegia la represión sobre la prevención, marginando la rehabilitación. 

No bastará reprimir. La experiencia demuestra que la lucha contra las drogas está condenada al fracaso si no se ataca su origen: el consumo, constituido ya en un grave problema nacional, sobre todo  desde que parte del pago a los  narcos locales se hace en especie.

Tendencia.  Contraponiéndose a la visión tradicional, limitada al ámbito de la oferta, y bajo la premisa de que sin consumo no hay narcotráfico, la tendencia mundial desde hace años es combinar políticas de reducción de la demanda con una estrategia represiva que enfatice la coordinación interinstitucional, la inteligencia, la  investigación. Además de invertir en recursos humanos, equipos y tecnología, esto implica destinar recursos a la prevención y rehabilitación.

El enfoque dominante en la Unión Europea es el de la prevención como eje básico para contraer el consumo, impulsar el desarrollo social y elevar el Indice de Desarrollo Humano con programas enfocados en la educación, la salud y la familia, entre otros para rehabilitar adictos.

Desde 1997 el presidente Leonel Fernández tenía conciencia de la necesidad de un giro en la estrategia antidrogas, expresando el 22 de abril que la reducción del fenómeno sólo puede producirse con programas educativos, de concienciación,  que puedan difundirse por medios masivos,  escuelas,  iglesias y  entidades de la sociedad civil, para hacer entender que el uso y abuso del consumo de drogas sólo conducen a degradar la condición humana.

Con asistencia  internacional, en su primera administración se diseñó el Plan Nacional Antidrogas, entregado el 15 de agosto de 2000, un día antes del traspaso de mando a los perredeístas. Despertó esperanzas, pero el gobierno sucesor no le dio continuidad y quedó engavetado.

Un natimuerto, tampoco  ejecutado en una segunda gestión peledeísta. Posteriormente, Fernández lanzó el Plan Estratégico Nacional sobre Drogas 2008-2012, pero   no hay signos alentadores. Persiste el divorcio entre el Consejo Nacional  de Drogas (CND) y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y  aunque se introducen cambios doctrinales en el diseño del modelo operativo y  defina la lucha antidrogas de alta prioridad, la realidad lo desmiente, sobre todo en  la prevención. La inversión en entidades dedicadas a prevenir el consumo y a la rehabilitación sigue siendo exigua, lo fue en 2009 y se proyecta igual para 2010.

Se requiere otra  visión, un enfoque integral, multisectorial, interdisciplinario para  combatir con eficiencia  un fenómeno que no se detendrá mientras no se enfrente en sus raíces, mientras no haya coherencia,  mayor coordinación entre las agencias responsables de enfrentarlo, mientras el CND siga desfasado, estructurado tal como se conformó en los ochenta.

El CND debe ser una institución capaz de generar políticas,  investigar,  estudiar la realidad, pero además de  permanentes carencias financieras, lo integran  notables que, aunque  personas de prestigio, no siempre poseen suficientes conocimientos sobre drogas para  buscar respuestas, determinar qué puede hacerse para contrarrestar la drogadicción en el campo de la educación,  salud,  deportes.

Vigilancia y controles. Además de involucrar a toda la sociedad con una participación activa, una  condición indispensable en la lucha antidrogas es elevar la eficiencia y confiabilidad de los órganos de inteligencia y seguridad del Estado,   crear mecanismos de vigilancia,   monitoreo y supervisión para mantener el control de todo el personal militar y policial. Procurar que la ciudadanía recobre la confianza en las instituciones llamadas a combatir ese flagelo que erosiona los cimientos de la sociedad.   

Antecedentes

Noticias del narcotráfico

2007

El 22 de febrero detienen a ex militares y policías implicados en dos casos de narcotráfico. En el primero, involucran a un ex segundo teniente de la  PN, un ex miembro FAD y un  ex agente de la  DNCD, apresados junto varios civiles que decían ser agentes de la DNCD. Se les acusa de extorsión y dar “tumbes” a personas que detenían ilegalmente. En el segundo, un ex sargento FAD, un ex cabo policial y un civil son  implicados en tráfico de cocaína. Registran en 2007  trazas de unos 200 vuelos ilícitos sospechosos de narcotráfico.

El 18 de septiembre envían a prisión preventiva a tres colombianos y cuatro dominicanos acusados de integrar una banda de narcotraficantes,  entre ellos un sargento mayor y dos asimilados de la  PN. El 11 de octubre detienen en Nagua a un sargento del EN, jefe de un destacamento de la zona, cuando custodiaba a  presuntos narcotraficantes vestidos de militares  que iban a  Río San Juan a recibir  cocaína.  Se les acusa de tráfico de drogas en las provincias Duarte, María Trinidad Sánchez y Samaná.

2008

Oficiales de la MG con rangos de capitán de fragata a capitán de corbeta o de alférez de navío, figuran entre el grupo acusado de acribillar el 4 de agosto a siete narcotraficantes colombianos en Paya, Baní,  para apoderarse de más de 300 kilos de cocaína y millones de pesos, cuyo destino se ignora. La MG confirma el 17 de septiembre la detención de un capitán fragata, un capitán de corbeta  y un alférez de navío por supuestos vínculos con narcotraficantes.

2009

El 18 de febrero apresan a un teniente retirado de la FAD y un agente de la DNCD en el AILA,  junto a un raso del CESA, acusados de pertenecer a una red de narcotraficantes. Uno de ellos es un teniente retirado de la FAD quien  pese a que en 2005 le dieron de baja deshonrosamente  de la DNCD fue reintegrado el 22 de enero de 2007.  La DNCD apresa el 2 de marzo  con dos paquetes de cocaína a un cabo de la PN asignado a AMET, quien seguía siendo policía aunque el 27 de abril de 2006 lo detuvieron con 5 paquetes de crack junto a un raso y dos haitianos. Otros dos militares del CESA son sorprendidos el 9 de marzo  en el AILA con 27 paquetes de cocaína o heroína. 

Apresan el 3 de septiembre   a Sobeida Féliz Morel, quien escapa tras ser puesta en libertad bajo fianza por una jueza.  Figueroa Agosto burla la persecución de la DNCD, como también ocurre el  7 de diciembre  con Toño Leña. Asesinan el 24 de diciembre al  ex coronel José A. González González.

2010

El  30 de enero acribillan a Omar  Antigua Polanco,  sindicado como lugarteniente de Figueroa Agosto. El presidente Fernández vuelve a proclamar el 27 de febrero que “en RD  el narcotráfico no pasarᔠEl 4 de  marzo decomisan en España un alijo de 1,200 kilos de cocaína procedente de RD, y detienen al presunto propietario, el español Arturo Del Tiempo Marques, dueño de la torre Atiemar.

Las claves

Va a hacer historia

A finales del turbulento 2009, al declarar el 27 de diciembre que el  asesinado teniente coronel González y González  era de los agentes involucrados en  narcotráfico, el secretario de las FFAA, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio, aseguró que en su gestión  han cancelado 1,500 militares en un proceso de profilaxis. “Dentro de poco se va hacer historia”, dijo al referirse al trabajo que realizan para evitar  la incursión en el narco.

Depuración

Una efectiva profilaxis en las filas de las FFAA,  PN y  DNCD deberá   enmarcarse en una política firme de combate a la corrupción en los organismos encargados de enfrentar   el narcotráfico. Será preciso  una rigurosa selección y vigilancia, además de propiciar una formación profesional de alta calidad, educación en valores éticos y morales, así como disponer de la tecnología y  armas necesarias para disuadir a los narcotraficantes o repeler sus ataques. Y para que puedan resistir la tentación al soborno, recibir  ingresos y beneficios colaterales que les garanticen una vida y retiro dignos.

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