En el país operan 1,385 bancas de apuestas deportivas, donde se puede apostar hasta 200,000 pesos en una jugada, según registra  el libro “Prensa Deportiva Dominicana,  su historia, capacidades e ineptitudes”, del periodista Carlos Nina Gómez. La distribución de las bancas deportivas la encabeza la provincia de Santo Domingo, con 297, distribuidas así: Herrera (34), Villa Mella (24); Los Mina (24); Los Alcarrizos (19); Manoguayabo (13); Sabana Perdida (11), Ensache Isabelita (11); Villa Duarte (9); Invivienda (7) y Pantoja (6).

En el país operan 1,385 bancas de apuestas deportivas, donde se puede apostar hasta 200,000 pesos en una jugada, según registra el periodista Carlos Nina Gómez en su libro “Prensa Deportiva Dominicana  su historia, capacidades e ineptitudes”.

La distribución de las bancas deportivas la encabeza la provincia de Santo Domingo, con 297 establecimientos distribuidos en  los sectores de Herrera (34), Villa Mella (24), Los Mina (24), Los Alcarrizos (19), Manoguayabo (13), Sabana Perdida (11), Ensanche Isabelita (11), Villa Duarte (9), Invivienda (7) y Pantoja (6), según datos del Ministerio de Deportes.

Nina Gómez considera que las bancas resultan muy perjudiciales para un país como este que necesita más educación, cultura y crecimiento económico.

Critica que el deporte  ha pasado de un sano entretenimiento para los fanáticos a ser “el bazar de la suerte” para quienes buscan el dinero fácil

Comenta que en muchos barrios marginados de Santo Domingo, jóvenes  han revelado que no están de acuerdo con que en sus sectores funcionen las bancas de apuestas. Sin embargo, dice Nina, no se atreven a solicitar auxilio de las autoridades para que estos establecimientos de juego de azar sean cancelados.

“Si hacen esas denuncias  podrían poner en riesgo sus vidas por el gran poder que tienen los propietarios de estas instalaciones de juego”, expresa Nina Gómez.

Papel de la prensa.  Nina  Gómez  las publicaciones de los medios escritos en sus secciones deportivas de columnas que supuestamente sirven para “orejear” a los apostadores que luego van a jugar dinero.

 “La prensa deportiva nacional, en el marco de su avance, está en la obligación de tener un rol de orientación a favor  de los fanáticos-lectores. Y no aupar el juego que organizan las bancas de apuestas”, señala  Nina en su libro, en el que critica que muchos periodistas sean jugadores.

Las claves

1.  Poder económico

En su publicación, Nina sostiene que muchos jóvenes temen pedir a las autoridades que retiren de sus barrios esas bancas por el poder económico de los banqueros.

2.  Prensa

Critica que la prensa deportiva promueva las apuestas.