Ante el Día Mundial del Agua, la Academia de Ciencias advirtió que el crecimiento acelerado y desorganizado en las áreas urbanas está provocando un aumento en la demanda de agua y a su vez una mayor contaminación hídrica, por la gran cantidad de desechos residenciales, químicos e industriales en las aguas superficiales y subterráneas, debido a la falta de alcantarillado.
Estimó además que sólo 36 de cada 100 hogares tienen agua dentro de la casa, pero que al llegar al hogar el líquido no alcanza el 95% de índice de potabilidad requerida, lo que obliga a la gente a gastar parte de su presupuesto en compra del líquido que muchas veces no tiene la calidad esperada.
Citó que paralelamente a la reducción de los caudales de las fuentes superficiales de agua, cada día aumenta su desperdicio por las fugas en las redes y mal uso en los hogares, situación que provoca escasez.
Dijo que el promedio cada habitante en Santo Domingo y Santiago recibe 510 y 400 litros de agua por día, lo que representa casi el doble de lo recomendado.
Consideró que es urgente el uso racional de ese recurso vital y propuso que se establezca como norma residencial que los primeros 150 litros diarios del agua por persona, sean gratuitos para toda la población, pero de ahí en adelante el costo sea alto para frenar el dispendio.
De igual forma, llamó a que se tomen medidas para que el agua con fines agrícolas sea más eficiente, para evitar que malas prácticas empleadas en los sistemas de riego sigan consumiendo entre el 60 y 70% del agua total consumida por la sociedad.
Aguas subterráneas. Otro problema que afecta al país es la ausencia de alcantarillado sanitario que obliga a la multiplicación de pozos filtrantes que drenan hacia el subsuelo las aguas servidas desde los hogares, provocando altos niveles de contaminación por bacterias coliformes fecales hacia los acuíferos.
Lo más grave del caso es que la mayor parte de la población ignora esta penosa realidad que nos enferma silenciosamente.