En el Palacio

En el Palacio

Conozco de «vista» desde hace algunos años al licenciado Danilo Rodríguez Martínez, de quien el viernes me enteré que es el presidente de una institución llamada Colegio Dominicano de Profesionales en Administración Inc. (CODOPA). Pese a que en el transcurso de estos últimos años he intercambiado ocasionalmente saludos con él, desconocía a qué se dedicaba en realidad, pero mucho menos que estuviese inmerso en el negocio de las encuestas políticas. Hasta el pasado reciente, no recuerdo haber visto jamás resultados de encuestas realizadas por este colegio. El viernes, pasado el mediodía, en la Oficina de Prensa del Palacio Nacional, algunos periodistas, fotógrafos, camarógrafos y empleados de esa dependencia bromeábamos sobre asuntos diversos. Son tertulias que se improvisan para matar el tiempo, pues el viernes era uno de esos días en que la actividad noticiosa en Palacio desciende al mínimo. En medio de las usuales carcajadas que provocan algunos chistes o las ocurrencias que habitualmente se escuchan, hizo acto de presencia el licenciado Rodríguez Martínez. Su apariencia es la de una persona común, sin poses de ejecutivo o de intelectual. Muchos lo vieron como un visitante más a Palacio. Me saludó de manera cortés, pero inesperadamente se integró a la tertulia y pareció disfrutar al máximo, pues intervenía planteando posiciones en voz alta y sus carcajadas superaban a los de los periodistas, que son «los dueños» de la casa. El licenciado, sencillamente, se incorporó al grupo sin invitación y eso lo tipificaba como un personaje especial, de esa gente con condiciones para colarse por cualquier hueco. Entre anécdotas, ocurrencias y ciertos toques sobre determinadas simpatías políticas, el licenciado recordó a lo que realmente había acudido al Palacio Nacional, más específicamente al «nido» de los periodistas que cubren la fuente presidencial, que es la oficina de prensa.

Como quien no quiere la cosa comenzó a repartir una hoja suelta, printeada en directo desde un computador, con los alegados resultados de una encuesta reciente realizada por el CODOPA, en enero pasado, con una muestra de 1,200 personas, igualita que la ejecutada por la Penn Shoen & Berland, de reciente publicación, pero con resultados diametralmente opuestos. ¿Por cuál partido simpatiza usted?, se dice en el papel que se preguntó a los encuestados. Un 41% dijo que simpatiza por el PRD, lo que es lo mismo, para los fines de Rodríguez que simpatizar con el Presidente Mejía; un 35 % por el PLD y un 20% por el PRSC, «otros» candidatos representaron el 2% y un porcentaje igual se mostró indeciso. Lo sorprendente es que aunque entregó su hoja a los periodistas, de la encuesta fue de lo que menos habló el licenciado Martínez Rodríguez. Como pasaba el tiempo y el licenciado no se refería para nada a su «investigación de mercado», me decidí por prolongar las ocurrencias que batíamos en aquel ambiente y me dio por preguntarle: ¿Y de cuánto es el margen de error de esta encuesta? Me respondió que de un 4%, cuando usualmente es de un 3%. Ah bueno, le comenté, pues aquí hay prácticamente un empate técnico entre perredeístas y peledeístas». La respuesta del licenciado fue vaga, sin entrar en detalles teóricos, pero es probable que en el curso de esta semana o en una fecha más cercana a las elecciones se aparezca por Palacio con otros resultados, más ajustados a su lógica, pero sobre todo a sus deseos.

En días pasados, en el curso de una rueda de prensa, el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, Guido Gómez Mazara, ofreció un dato interesante, pero que pasó un poco desapercibido. Confirmó que el Presidente Hipólito Mejía había promulgado la ley de reforma policial, tal y como fue aprobada en el Congreso. Es decir, con la parte que coloca a la AMET como una dependencia de la Policía Nacional. Ahora bien, reconoció que no se había seguido el procedimiento de promulgarla dando a conocer el texto de la ley y su número, porque la Jefatura de la Policía Nacional ordenó confeccionar entre 30 mil a 40 mil gacetas de esta ley para una más amplia difusión, pues, de acuerdo a la palabra del Consultor, en la policía se entiende esta promulgación como «un triunfo». Bueno, ¿frente a quién?. De eso solo sabe el mayor general Pedro de Jesús Candelier.

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