En  el palacio

En  el palacio

El 68 por  ciento de la población estudiantil en el Estado de Rhode Island es de origen dominicano, pero esta fuerte presencia no ha influido para que la colonia deje atrás su cultura gastronómicos. El salcocho, el arroz con habichuelas, el chivo y el pollo guisado, el asopao y las habichuelas con dulce siguen formando parte de su dieta tradicional.

Y es que Providence tiene detalles dominicanos. Cuando aquella tarde de finales de septiembre el presidente Fernández dio las gracias al alcalde Cicciline por el homenaje que le rindió, dijo que la ciudad, enclavada entre montañas, se le parecía a Jarabacoa, con la diferencia de que todas sus calles estaban asfaltadas. Tejada señala que tampoco se ha perdido el vínculo ni la solidaridad con el país de origen. A través de la Asociación de Oficiales Electos Dominicanos en los Estados Unidos que, entre otras ciudades, incluye a Nueva York y New Jersey se está tratando de institucionalizar la ayuda que se destina al país. “Lo que buscamos es que esa ayuda llegué a quienes la necesitan realmente, no que alguien individualmente mandé un camión de bomberos o una ambulancia a su pueblo, sino que eso llegue a las comunidades que no disponen de equipos como éstos, algo organizado”.

En Rhode Island se celebra en febrero de cada año el festival dominicano y asisten más de 20,000 personas, según Tejada, pero la actividad se aprovecha también para recabar ayudas a favor de los damnificados en el país a causa de fenómenos atmosféricos. Lo más reciente fue un telemaratón donde estuvo de invitado especial Freddy Beras Goico. La visita del presidente Fernández a Providence concluyó en la noche de ese viernes 26 de septiembre con un encuentro en la residencia del senador estatal Pichardo, un dominicano que  se ha ganado el respaldo de una buena parte de los habitantes del Estado. Su casa, en un área residencial de Providence, estuvo repleta de dominicanos esperando a Fernández. “Siempre le he admirado”, le confesó el senador estatal al Presidente mientras procedía a presentarle a su familia.

Su abuela, su madre, su esposa y sus dos hijos comparten el mismo techo, un ejemplo de integridad familiar. La noche avanzaba y la agenda oficial aún registrada proseguir por autopista hasta la ciudad de Boston donde al Presidente y a su esposa le esperaba  una cena que ofrecía el estelar Sammy Sosa, con la presencia de Amelia Vega y varios inversionistas privados en un lujoso hotel del centro. Pero el equipo de prensa se sentía agotado, pues apenas la noche  anterior había arribado por tierra a Providence desde Nueva York pasada las 3:00 de la madrugada y desestimó cubrir aquel banquete.

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