En el Palacio

En el Palacio

POR MANUEL JIMÉNEZ
El helicóptero presidencial descendió a pocos metros del lugar donde fueron levantadas las carpas que alojaban a los invitados al acto de inicio de los trabajos de construcción de la zona franca Dos Ríos, en las afueras de Bonao, a cargo de la mundialmente conocida empresa estadounidense Sara Lee. La llegada del Presidente Leonel Fernández se produjo a las 12:20 del mediodía, una hora y 20 minutos después de la hora fijada en el programa para dar inicio a la ceremonia. Un señor con túnica, aparentemente un diácono, se quedó a la espera para que le llamaran para dar la bendición, pues la maestra de ceremonia, Laura de la Nuez, anunció de inmediato la entonación de los himnos dominicano y de Estados Unidos, dando paso a seguidas a la primera oradora, la Presidenta de la Cámara de Comercio de la Provincia Monseñor Nouel, Juana Rosario. Los restantes oradores siguieron sucediéndose ante el podium hasta el discurso de clausura a cargo del Presidente Leonel Fernández, pero el diácono, finalmente, se quedó a la espera.

Una vez concluida la ceremonia, el Presidente Fernández se confundió con parte del público asistente. En su mayoría, se trataba de funcionarios públicos, legisladores y autoridades locales, pero también de importantes ejecutivos de industrias de zona franca de Santiago, La Vega y Santo Domingo. La representación de Santiago fue amplia y figuraban  en ella los empresarios Fernando Capellán y José Clase, así como Manuel Estrella. El Presidente Fernández fue lentamente abriéndose pasos hasta la zona donde estaba estacionado el vehículo que lo transportaría hasta el helicóptero, pero era sucesivamente abordado por gente interesada en tratarle algún asunto. Me colocaba en un lugar estratégico buscando abordar al Presidente para entrevistarle sobre algunos temas, pero en eso escuche al empresario José Clase cuando dijo a un coronel de la escolta presidencial: “Oye flaco, yo quiero decirle algo… al Presidente”.

El oficial asintió con un movimiento de cabeza y, efectivamente, Clase tuvo sus minutos con el Presidente. El empresario murmuró a Fernández casi a sus oídos y hubo un momento en que parecía necesaria la presencia de una tercera persona, pero se busco alrededor y ésta no apareció. “Pues lo tratamos luego, allá”, se escuchó decir al Presidente Fernández.

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Pero antes de este a parte, el Presidente Fernández había tenido un previo, muy prolongado por cierto, con el diputado reformista Wellington Mejía, de la provincia Monseñor Nouel. El legislador es  autor de una ley ya aprobada por el Congreso que ordena traspasar al Consejo de Desarrollo de la Provincia Monseñor Nouel los beneficios que generan las acciones de la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE) en la compañía minera Falconbridge. Corde posee el 10 por ciento de las acciones en Falconbridge y el legislador estima que este año eso producirá unos RD$150 millones. Le recordó al Presidente Fernández que desde la pasada administración del fenecido Presidente Joaquín Balaguer existe un decreto que autoriza la entrega de parte de estos fondos a Bonao, pero la ley aprobada ordena transferir el 100 por ciento de los beneficios. Lo que Wellington pidió al Presidente es que se proceda a promulgar la ley, algo a lo que, según dijo, se comprometió el jefe de Estado. Los fondos, según establece la ley, se repartirían de la siguiente manera: un 70 por ciento para la provincia Monseñor Nouel (Bonao), un 20 por ciento para La Vega y un diez por ciento para Sánchez Ramírez (Cotuí). Los recursos serían manejados por los consejos de desarrollo de cada una de estas provincias para ser invertidos en obras reproductivas y sociales, dijo Mejía.

Al final, pude abordar al Presidente Fernández, pero rehusó responder a preguntas. “!Hoy no hay mas nada!, dijo sonriente. Había interés en preguntarle sobre la salida al ruedo político del ex Presidente Hipólito Mejía y la aseveración de la Asociación de Jóvenes Empresarios de que el país carece de un plan de desarrollo. La zona franca que se construirá en Bonao tiene un costo, en su primera etapa, de US$72 millones y generaría alrededor de 2 mil empleos directos y otros 8 mil de manera indirecta, según el Presidente de Sara Lee, el señor Lee Sherden, quien dicho sea de paso dedicó gran parte de su discurso a elogiar y reconocer el liderazgo del Presidente Fernández.

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