POR MANUEL JIMÉNEZ
Félix Bautista, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, ha querido practicar con el ejemplo la transparencia que proclama el gobierno. Desde que asumió el cargo impuso como norma la convocatoria a licitaciones públicas para todas las operaciones de compras y prestación de servicios que realice la institución a su cargo, según los informes. Las convocatorias se han estado realizando a través de publicaciones en los medios de prensa locales. De esta manera, una reconocida empresa consultora ganó el concurso para la realización de una auditoría sobre obras viales construidas en la pasada gestión y que tiene un costo de RD$60 millones de pesos. El monto de las compras y los servicios licitados asciende a un poco mas de RD$129 millones, de acuerdo a mis informes.

Se abrió una primera licitación por un monto de US$2.2 millones (61.6 millones a la tasa de cambio vigente) para la instalación de sistemas didácticos-educativos para el equipamiento de laboratorios contextuales para ingeniería y educación superior de Biología, Física y Química de varios centros universitarios del interior del país. Los equipos están destinados a los centros regionales de Santiago y Puerto Plata de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). A esta licitación de ofertas económicas, fueron convocadas empresas con experiencia en este tipo de suministro, de acuerdo a la publicación de prensa. Otra licitación, por un monto de RD$15.2 millones, fue abierta por la Oficina Supervisora para la adquisición de equipos de computadoras (software y hardware), así como mobiliario para el equipamiento de los laboratorios de informática, ingeniería y arquitectura de los centros regionales de Santiago y Puerto Plata de la UASD.

Un cuarto concurso público fue convocado para el suministro de equipos de cómputos para el equipamiento de las áreas técnicas de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, por un monto de RD$2.2 millones. Con respecto a la auditoría, se explicó que será realizada sobre obras que tienen un monto global de RD$950 millones y  las autoridades esperan que una vez concluida este monto se reduzca en más de un 50 por ciento.

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En las áreas frontales del salón La Mancha, del hotel Lina, en esta capital, se congregó ayer un buen número de «compañeros» a propósito de los 31 años de celebración de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Es probable que esta asistencia fuera motivada por la presencia en el almuerzo del Presidente Leonel Fernández, así como del gabinete en pleno y de los directores y administradores generales de las instituciones del Estado. En el interior del salón, como era de esperarse, la actividad se celebró en orden, con entusiasmo y repetidos aplausos, sobre todo en homenaje de recordación a Juan Bosch, el fenecido líder fundador del PLD. Afuera, la situación era diferente. Un primer incidente estalló cuando oficiales de la seguridad que montaban guardia a la entrada del salón trataron de calmar a un hombre que se identificó como ex militar y que reclamaba algo que entendía como un derecho.

En esto, golpeó de una trompada en la cara a un oficial de seguridad. El incidente no tuvo mayores consecuencias y no pudo precisarse si el hombre fue detenido. Cuando terminó la intervención del Presidente Leonel Fernández, gran parte de la prensa abandonó el salón La Mancha y fue testigo de un segundo incidente. Tony Chalas, un personaje muy conocido en los predios reformistas y peledeístas, se quejo voz en cuello por la presencia en los frentes del Lina de un joven a quien acuso de PPH. ¡Te dije que no te quería ver donde estuviera el Presidente Leonel!, le advirtió de inmediato. Tony, quien cojeaba de su pie derecho y aparentaba sostenerse de un buen garrote, se acercaba peligrosamente a quien sindicaba como alegado miembro del grupo «los pica pica», que hacían presencia en los actos del ex Presidente Hipólito Mejía. Acto seguido, sostuvo el garrote con fuerza y lo dejo caer sobre la cabeza del supuesto pepehachista. ¡Te dije que no te quería ver por aquí!, le recalcó en tono amenazante. El garrote se rompió en dos pedazos sobre la cabeza del  joven, quedo virtualmente inmóvil. Un oficial de seguridad intervino, pero solo para exigir al joven sindicato como PPH mantenerse alejado de estos ambientes oficiales.