EN EL PALACIO

EN EL PALACIO

Si algo llama la atención en  este nuevo mandato del Presidente Leonel Fernández son las aprehensiones e insatisfacciones  que se observan no solo al interior del  gobierno, sino también en las tertulias que se improvisan, o en esas conversaciones que en ocasiones tienen lugar en el entorno familiar. Alguien me comentaba en estos días si en mí condición de periodista asignado a la fuente presidencial no tomé en cuenta el evidente contraste de ambiente entre las ceremonias de juramentación del gabinete en agosto del 2004 con la que tuvo lugar este 16 de agosto de 2008. Reconocí que se trató de ambientes completamente distintos. En aquella primera ocasión la prensa percibió un aire festivo, rostros satisfechos y abrazos efusivos de felicitaciones, apenas se llegaba al Salón de Embajadores, incluso antes de que el recién electo Presidente apareciera en escena. En esta última predominó  la incertidumbre y evidentes  manifestaciones  de rebeldías. Nadie, a juzgar por las confesiones, sabía si se iba o se quedaba. Un ejemplo palpable es que Félix Jiménez acudió a la ceremonia vestido de blanco, pese a que su nombre no apareció en el decreto, señal de que no fue advertido previamente de su sustitución al frente de la Secretaría de Turismo. Otro que finalmente se quedó al frente de una posición clave, llegó a comentarle a un colega, con evidente preocupación, que “a mí no me han confirmado”. Las aprehensiones de Alejandrina Germán, previo a la lectura del decreto, fueron más que palpables, y la ausencia de Jaime David Fernández Mirabal completaba el cuadro para percibir  que las cosas no andaban bien. En los días siguientes surgió la incertidumbre con el ya famoso decreto 355-08 que se “filtró” a medios de comunicación sin pasar por la Dirección de Prensa del Palacio Nacional. Un aparente “error” en la designación de Frank Matos en Inazúcar por Faustino Jiménez retrasó su difusión cuando ya andaba de “mano en mano”. Esas filtraciones provocaron  una queja pública e inusual del director de Prensa, Rafael Núñez. Pero ahora surge un  nuevo ingrediente para observación. Leonel Fernández, un Presidente legalista, institucionalista, pero esencialmente reformador, desconoce una ley vigente, hechura de su propio gobierno, y designa en  organismos legalmente disueltos, sin prever  consecuencias. Se   trata de Domingo Jiménez en la Oficina del Ordenador Nacional de los Fondos Europeos para el Desarrollo, y a Franklin Labourt en el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos. ¿Por qué?, es la pregunta que muchos se hacen, sobre todo cuando se conoce de la vigencia de la ley 498-06 ¿Hacia dónde vamos?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas