POR MANUEL JIMÉNEZ
Ignoro si el gabinete de Comunicación del gobierno tiene diseñada alguna estrategia publicitaria que explique a los consumidores el impacto de la reforma fiscal. Si ese impacto es negativo o neutro o si, por el contrario, no entraña sacrificios, y sí alivio. Esto, porque si se parte de lo que ha dicho el secretario de la Presidencia, Danilo Medina y la Presidenta del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Elena Viyella de Paliza, el asunto es de lógica matemática y no habría que temer a una escalada alcista en los costos de los productos básicos ni las medicinas.

Ambos han coincido en explicar que de lo que se trata es de una ¿mera compensación? impositiva, donde se quita más de un lado y se pone menos del otro. Me explico. La entrada en vigencia del tratado de libre comercio firmado por el país con los Estados Unidos y Centroamérica obliga al desmonte de aranceles y del 13 por ciento que actualmente se carga de Comisión Cambiaria a todas las operaciones de comercio con el exterior. Esto supone que todas las importaciones de productos y de componentes para la industria y el comercio que anteriormente pagaban el 13 por ciento de Comisión Cambiaria y entre un 3 y 4 por ciento de arancel adicional ya no tendrán esa carga. Es decir, que se le está eliminando entre un 16 y un 17 por ciento de carga impositiva. En cambio, esos artículos y componentes importados sí tendrán que pagar, al entrar en vigencia la reforma fiscal, un 16 por ciento de Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y de Servicios (ITEBIS), que en todo caso resultaría igual o inferior a los gravámenes que dejaran de pagar.

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Si las cosas son como las explican el gobierno y el sector privado, entonces habría que confiar que en la práctica el consumidor saldría ganancioso, pues no habría aumentos o, en su defecto, los precios se mantendrían iguales. Es de lógica matemática, se supone. Para ilustrar la situación, el secretario Medina citó, por ejemplo, el caso del aceite comestible que cuando llega crudo al país paga, además del 13 por ciento de Comisión Cambiaria, un 4 por ciento de arancel. Es decir, que paga un impuesto de importación de 17 por ciento que con la reforma fiscal se elimina por completo. Si se le carga ahora tan solo un 16 por ciento de ITBIS como único impuesto, el precio al consumidor no tiene porqué subir, sostiene Medina. Pero lo interesante es que esta explicación es exactamente la misma que ofrece Viyella de Paliza, la presidenta del sector empresarial e industrial privado, que en definitiva es quien importa, procesa y vende. Pero mucha gente, entre ellas nuestros propios legisladores, está muy confundida y apuesta a los aumentos y a la incertidumbre. Entonces quienes deben concienciar y aclarar al país son los técnicos del gobierno y del propio CONEP. El gabinete de comunicación tiene un tema delicado en qué emplearse y a ver cuáles resultados obtiene.

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El calor en el interior del polideportivo «Fernando Teruel», de La Vega, resultaba insoportable, pero no para quienes levantaban pancartas y se empeñaban en un aparente match de aplausos entre reconocidos dirigentes peledeístas de la provincia. Aquellos que estaban de saco y corbata, incluyendo el propio presidente Leonel Fernández, sudaron la gota gorda, muy a diferencia de Víctor Díaz, el de INAPA, que optó por ir al acto con una camisa ligera, a lo sport. Las pancartas se ubicaron en las gradas de la izquierda, algunas de ellas de lo más original: «Presidente, recordamos promesa del 96. 4 km de carretera de los Quemados. ¡E´palante que vamos!, rezaba una de ellas. ¡Necesitamos un transformador en nuestra comunidad!, se leía en otra. ¡Presidente, necesitamos una escuela en El Tanque!, se alcanzaba a leer en una tercera. En resumen, se trata de iniciativas de poca monta, pero de gran impacto social en esas comunidades.

El maestro de ceremonia, Omar Liriano, siempre se empeña en no dejar a nadie fuera al leer la lista de funcionarios e invitados especiales, siempre muy larga, pero esta vez Euclides Sánchez, diputado por La Vega, se llevó la gloria en los aplausos. Muchos parecen apoyarle como potencial candidato a Senador por la provincia, al igual que a Bolívar Marte, subdirector del IAD, quien aspira a la nominación a Síndico del municipio.