POR MANUEL JIMÉNEZ
La naturaleza siempre ha privilegiado determinadas regiones en el mundo. No llega a explicarte las razones, pero alguna decisión divina tiene que influir en ello. República Dominicana, como parte de una isla, registra también este fenómeno. Cada región tiene sus encantos y atractivos naturales, pero muchas veces resulta chocante el hecho de que esta belleza no vaya pareja con un desarrollo integral que permita a su gente una mejor condición de vida. Algunos lo atribuyen a una sostenida y prolongada indiferencia gubernamental en la que la falta de iniciativas y proyectos de desarrollo han contribuido a la inexistencia o deterioro de una infraestructura básica que atraiga inversiones o incentive a sus propios pobladores.

Este podría ser el ejemplo de Comatillo, comunidad rural distante a unos 10 kilómetros de Bayaguana, 60 kilómetros al noroeste de Santo Domingo. Llegar aquí deviene en un verdadero drama, atravesando una carretera pedregosa y polvorienta en días soleados, pero igualmente fangosa y resbalosa en tiempos de lluvias. Pero ese trauma inicial se va compensando con creces al ir observando el verdor de sus  llanuras, circundadas de elevadas montañas que parecen más bien protegidas por manos divinas, mas que terrenales, y más tarde por sus ríos por donde corre el agua a temperatura ambiente en estas estaciones del año, con saltos y cascadas que emocionan al visitante y que resultan de gran recreación para sus pobladores.

Estas contradicciones, la convivencia entre una naturaleza que impacta hasta el alma, la ausencia de infraestructura y la pobreza de su gente, es un fenómeno común en la vasta extensión territorial de la provincia de Monte Plata, dice Charlie Mariotti, hijo y un apasionado visionario del progreso de la región. Le acompañé el recién pasado fin de semana a un recorrido por la zona, donde algunos han comenzado a levantar hermosas casas de veraneo, atraídos por un entorno de tranquilidad y el disfrute de aquel paisaje envidiable.

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Charlie apuesta al progreso de su región y hasta ha esbozado un plan de desarrollo provincial en el que prioriza el ecoturismo como una fuente principal generadora de empleos y riquezas. Ha hecho sus propios cálculos del efecto multiplicador que tendría el fomento de esta actividad en el aumento de la producción local, en la creación de infraestructura y en la generación de empleos, especialmente en las áreas rurales. Cuando se le escucha hablar de sus planes se puede pensar que pocos políticos tienen una visión tan precisa de lo que debe ser un proyecto de desarrollo provincial. Mariotti, que coordina su actividad empresarial privada con su condición de dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se define, sin embargo, como un interlocutor valido ante las restantes fuerzas políticas con incidencia en la provincia, así como con el liderazgo comunitario.

“El ecoturismo y los parques agroindustriales son el gran potencial futuro de Monte Plata”, sostiene, destacando, en primer orden, la estratégica ubicación de la provincia, que tiene entre sus atractivos el Parque Nacional de Los Haitises. Dice que su plan es generar una “Convergencia Productiva Sectorial” de la que se beneficiarían todos los sectores, pues la producción de leche, queso, frutas y víveres estaría destinada a los visitantes extranjeros y nacionales que visitarían Monte Plata atraídos por sus bellezas naturales. Otro detalle que toma en cuenta es que el entorno de la provincia le favorece enormemente. Menciona como puntos cercanos a la región y que podrían ser vendidos como atractivos entre eventuales inversionistas, la carretera Santo Domingo-Monte Plata-Samana; los aeropuertos internacionales de Higuero y Las Américas, el puerto multimodal Caucedo, la autovía del Este y el muelle y el aeropuerto de Arroyo Barril, ambos en Samaná. Charlie esta convencido de que se trata de un proyecto viable y realizable, pero reconoce que todos los sectores de la región tienen que ser capaces de unificar esfuerzos y propósitos, al margen de la pasión partidista y el protagonismo que casi siempre divide, pero unidos bajo un objetivo común.