Ustedes se estarán preguntando qué ha sido del final de las crónicas sobre la gira del presidente Leonel Fernández  por el Golfo Pérsico. Y lo cierto es que una serie de hechos, uno de ellos lamentable e irreparable, como el fallecimiento de don Mario Álvarez Dugan, excelente, humano y comprensivo director  de este diario, en gran medida afectó  mi ánimo por el aprecio y el cariño personal que siempre le dispensé, y ciertamente no me sentía muy animado al relato. Pero mucha gente se me ha acercado para estimularme a que termine con estas crónicas, bajo quejas de que los he dejado esperando.

Pues bien, en estos días he indagado sobre Al Jazzira, la reconocida cadena de televisión árabe con sede en Doha, Qatar, cuyas instalaciones fueron visitadas por el Presidente Fernández, su esposa Margarita Cedeño de Fernández y el resto de su comitiva en el curso de la gira. Al Jazzira,  significa “isla o península” en árabe y fue fundada en noviembre de 1996 por el gobierno de Qatar.  Su fama trascendió las fronteras al convertirse en el canal de difusión privilegiada de los mensajes de Osama Bin Laden y otros miembros de la red Al Queada a partir del 11 de septiembre, tras el derribo de las Torres Genelas en Nueva York. El miércoles cinco de noviembre el Presidente Fernández visitó los restantes dos edificios que alojan las instalaciones del canal, uno de ellos dedicado a las transmisiones en idiomas inglés y el otro en árabe.

La presencia del mandatario en el canal provocó a una periodista de origen británico que se interesó en una entrevista. En la planta, si mal no recuerdo, el Canciller Carlos Morales Troncoso, concedió una breve entrevista. El grupo, junto al Director General de Al Jazzira, cruzó al segundo edificio, justo al frente, y allí se produjo una especie de junta, en la que el Presidente Fernández, junto al conocido cineasta Jimmy Sierra, conversó por un buen rato con los principales editores de la cadena árabe. Hasta allí se presentó la periodista  inglesa, interrumpió con disimulo la conversación, y susurró a los oídos de Fernández  el tema de la entrevista.

El mandatario preguntó en qué tiempo estaría más o menos listo el estudio de grabación, y ella respondió que en unos 20 minutos. Pero antes de que el Presidente Fernández diera su respuesta, Jimmy Sierra, muy seguro de sí mismo, miró a la reportera desde su silla y le dijo: ¡Tómese su tiempo! Pero quedó mal, pues casi a seguidas el Presidente Fernández se excusó con la joven por no poder complacerla. “Será en otra ocasión, le dijo, ahora no dispongo de tiempo, debo viajar a Dubai”. Al fondo del salón se escuchó el grito de alguien, un tanto emocionado, que sólo atinó a exclamar ¡Tóquete! Cosas Veredes.