Cuando el ex presidente Hipólito Mejía hizo acto de presencia en el salón Canoabo del hotel Jaragua, en otro punto cercano  el presidente leonel Fernández apenas completaba la mitad de su discurso ante legisladores y otros invitados especiales en la sede del Congreso Nacional, adonde llegó poco después del mediodía.

Justo una media hora más tarde, estaba haciendo su ingreso al hotel del Malecón el ex Presidente perredeísta, según confiaron algunas fuentes. ¿Pero a qué viene esta relación? Sucede que tanto el presidente Fernández como el ex presidente Mejía figuraron entre los invitados al acto donde la Junta Agro empresarial Dominicana galardonó al Grupo Vicini y algunos periodistas, especialmente camarógrafos y fotógrafos se frotaban las manos previendo el encuentro de ambos.

Las cosas, sin embargo, no fueron como previeron los muchachos de la prensa, incluso algunos de los invitados. Mejía estaba advertido de que la ceremonia sería presidida por el presidente Fernández y, mucho antes de que el jefe de Estado hiciera acto de presencia, decidió retirarse. Algunos presentes en el salón lo siguieron con la mirada, pensando que iba al baño, pero Hipólito se marchó sin esperar la presencia de Leonel.

Cuando Fernández  llego al hotel, pasada la 1:00 de la tarde, allí estaban otros opositores, entre ellos los  ex candidatos presidenciales del PRD, Miguel Vargas Maldonado y, del PRSC, Amable Aristy Castro; el presidente del PRSD, Hatuey De Canps, y un antiguo contendor a lo interno del PLD, Damilo Medina. A esa ceremonia no faltó nadie, no hubo una sola silla vacía.  El presidente del Grupo Vicini, Juan Vicini Cabral, no solo recibió un homenaje de la JAD, sino la condecoración de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella dispuesta por el presidente Fernández. 

 salón estuvo repleto y los aplausos de reconocimiento al grupo empresarial fueron constantes y entusiastas. Al final, cuando el Presidente se retiraba, encontró a su paso a un sonriente Vargas Maldonado, a quien dio un apretón de manos, se saludó con Danilo Medina, pero el encuentro con Hatuey De Camps pareció más relajado y divertido. ¿Usted estuvo en el Congreso? le preguntó De Camps.

Cuando Fernández respondió de manera afirmativa, De Camps indagó entonces, ¿Y dejó el nunca jamás? ¡Eso no era mi criterio!, le respondió Fernández….El hijo bueno a su casa vuelve, reza un viejo adagio. Y ese parece ser el caso de Alejandro Herrera, quien de la subconsultoría Jurídica del Poder Ejecutivo había sido enviado a la Cancillera con rango de subsecretario. En estos días, sin embargo, sorprendió con un decreto donde aparece designado secretario de Estado de la Presidencia.