En el Palacio

En el Palacio

POR MANUEL JIMÉNEZ
Los residentes en la comunidad haitiana de Anse-A-Pitre se aglomeraron rápidamente al otro lado del cauce de lo que fue el río Pedernales, hoy totalmente seco y polvoriento. El movimiento de militares dominicanos portando armas automáticas y tomando posiciones estratégicas en la frontera común habría impactado poderosamente sobre ellos. Pero no tardaron en descubrir las razones de aquellos movimientos.

El presidente Leonel Fernández estaba en la zona y había acudido a la línea divisoria para dar el primer picazo para la construcción de un puente peatonal que una a las dos comunidades. Esa gran presencia haitiana en la franja fronteriza tenía también otras explicaciones, era viernes y tenía lugar el mercado que se monta dos veces a la semana entre comerciantes haitianos y dominicanos. En “tierra de nadie” han sido levantadas unas casetas que sirven de albergue a los vendedores de productos agrícolas, ropa, bebidas alcohólicas y hasta electrodomésticos. No parece cuantificado en dólares el dinero que envuelve esta actividad comercial, pero es uno de los principales medios de sustento de los habitantes de ambos pueblos fronterizos.

Daniel O’Neil, representante en la zona de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos, había invitado al presidente Fernández a dar el primer picazo para la obra. La AID mantiene en la zona un programa para elevar las condiciones de vida de los habitantes en esa parte de la frontera que envuelve unos US$3.5 millones, según me dijo O’Neil. Luego de la ceremonia del picazo, el Presidente Fernández se acercó a la línea divisoria, levantó sus brazos y dirigió un saludo a

los haitianos en alto voz: “¿Comment s_a va? (¿cómo les va?)”, les gritó en idioma francés. La respuesta no pareció necesaria, una simple ojeada a la pobreza de aquel entorno era más elocuente que la palabra. Mas tarde, se dirigió al mercado y saludo a vendedores y compradores, quienes aplaudieron su gesto. Pero en Pedernales no mucha gente está conforme con el incremento de la presencia haitiana.

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El gobernador provincial, Heberto Amadís Pérez, me dijo que hay preocupación por el robo de ganado y otras acciones de raterías que ocurren en el pueblo. Ceferino Velásquez, un ganadero de la zona que habló en representación de sus colegas en la audiencia popular que se celebró en el parque municipal, pidió al presidente Fernández que el Ejército ponga en vigor en Pedernales un operativo similar al que implementó en Dajabón para acabar con los cuatreros. Aunque el ganado regularmente va a parar a Haití, hay quienes sospechan que en estas acciones han involucrados dominicanos.

Un joven que labora de camarógrafo para un canal de televisión por cable local nos dijo que se estima en más de 2 mil el número de haitianos que están residiendo en Pedernales, tanto en la ciudad como en sus zonas rurales.

La población ha ido mermando a causa de un constante éxodo en los últimos años, especialmente en las áreas rurales. Hoy la provincia no llega a 22,000 habitantes. Se nos informó que en comunidades como Aguas Negras, Mencía y Los Arroyos donde el fenecido presidente Joaquín Balaguer construyó proyectos habitacionales, muchos dominicanos han abandonado sus casas y las han dejado en poder de los haitianos que utilizan para que cuiden sus sembrados agrícolas y otras propiedades. Otros haitianos se han instalado en el mismo pueblo como inquilinos.

“Un haitiano llega y alquila una casa y luego van llegando los hermanos, los primos hasta completar toda una familia”, nos narro el joven. Niños haitianos fueron vistos ejerciendo el oficio de limpiabotas, mientras sus madres trabajan como domesticas en casas de dominicanos. Otros son taxistas (dan servicio de transporte entre el pueblo y las comunidades rurales) y los más se dedican al trabajo agrícola o a las labores más forzadas en una empresa colombiana que extrae piedra caliza en la zona.

Pablo Bachelet, un periodista chileno que trabajo para la agencia Reuters en la Casa Blanca, en Washington, tomó notas de esta realidad, pues en su nueva condición de responsable para América Latina del Miami Herald, estuvo acompañando al presidente Fernández en su recorrido por la zona. Michelet, que acompañó a colegas dominicanos en el viaje en helicóptero desde Santo Domingo a Pedernales, logró una extensa entrevista con el jefe de Estado al término de un almuerzo en un restaurante local.

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