En el Palacio

En el Palacio

Uno de estos días un colega llama a mi celular y hace un comentario en torno al proceso electoral en curso. De repente, recuerda que habla a mi celular desde otro teléfono móvil y me dice: “¡Ay, verdad que todos estos teléfonos están cogidos!” Traté de calmarlo diciéndole que no creo que el caso sea tan alarmante, pues no veía técnicamente posible que todos los teléfonos de los periodistas de este país estén “cogidos”, es decir intervenidos por algún organismo de seguridad del Estado o las “empresas” privadas que se dedican a este novedoso servicio. Me corrigió diciendo que los avances tecnológicos permiten que esto sea totalmente viable y relató algunas anécdotas de casos que conoce o le han contado, en los que más de un periodista supuestamente se ha escuchado a sí mismo en grabaciones obtenidas a través de la intervención de sus teléfonos. “Bueno, le comenté, al fin y al cabo no me está diciendo nada grave, me está dando una opinión sobre un hecho específico, que nada tiene de malo. Esas son cosas normales”. Le dije. Lo cierto es que sin razón o con ella, la gente del medio se pone cada día más “chiva” cuando le tratan un tema que le parezca espinoso o comprometedor a través del hilo telefónico. Esta histeria es más común entre periodistas asignados a la fuente del Palacio Nacional, pues todos creen o sospechan que sus aparatos están siendo escuchados por terceros y esta sospecha no es nueva, es la misma en cada administración de gobierno. Hay que reconocer, sin embargo, que en la presente esa histeria es mucho mayor e intensa. Veamos algunos ejemplos.

Uno de estos días conversé por celular con una colega que me relata una situación específica que se estaba dando en el lugar donde se encuentra. Cuando le expreso mi parecer sobre la cosa que me esta informando, intervino rápidamente para recordarme que “Gurabito” está escuchando, ten cuidado con lo que dice”. Ella bromeaba con el apodo del jefe de uno de los principales organismos de seguridad del Estado. Pero ésta otra fue de lo más original. Un colega me dijo que un popular periodista palaciego había estado cubriendo para el medio en que trabaja la concentración celebrada el domingo último por el PRD en la cabeza del puente de la 17, en la zona norte de la capital. Como ese domingo era mi día libre, traté de conocer de boca de ese colega su parecer sobre la asistencia a la concentración. Le llamé a su teléfono celular y le solté la interrogante. “Mira, me dijo un tanto despreocupado, la verdad es que yo no me fije mucho en eso”. “!Pero, me dicen que tú estaba allá!”, le recalqué. “Sí, pero yo no chequee esa parte”, me respondió cerrando el teléfono. Hace un par de semanas y debido a dificultades de transporte en este diario, llegué tarde a una actividad que encabezaba el Presidente. Ya mis colegas habían entrevistado al gobernante y entonces llamé a uno de ello al celular para que me explicara más o menos de qué había hablado. “Bueno, él dice que…” En esta parte se interrumpe intempestivamente, y me dice: “No, mejor te pongo la grabación para que después no digan que yo he tergiversado al Presidente”. Y todo esto, por el bendito temor a las intervenciones telefónicas. Nadie se decide a tener confianza y mucho menos a convencerse de que no a todos nos graban. Aunque por aquello de la interrelación (llamar a un teléfono cogido), todos quedamos en la cadena. “Cosas Veredes, Sancho”, decía El Quijote.

Para la semana entrante se está anunciado un viaje del presidente Hipólito Mejía a la ciudad de Nueva York. No se trata de un viaje oficial, sino de proselitismo en busca del voto del dominicano ausente. Se tienen previstos encuentros, así como una que otra actividad de recaudación de fondos. Todo se está coordinando, al igual que el viaje que el gobernante hará a Guadalajara, México, entre el 27 y el 29 de mayo próximo, es decir después de conocer los resultados electorales, para asistir a la Cumbre de América Latina, El Caribe y Europa. Por lo demás, el Palacio Nacional ha seguido activo, con muchas visitas y reuniones. Ayer, por ejemplo, el Presidente encabezó una reunión con los directores de los organismos recaudadores, otra con los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados. Se vio también por allá, a los periodistas Melton Pineda y Daniel García Archival.

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