POR MANUEL JIMENEZ
El salón “Hermanas Mirabal” albergaba lo que era el cine del Palacio Nacional, aunque, en realidad, las últimas películas que allí se proyectaron datan desde los últimos años de gobierno del fenecido Presidente Joaquín Balaguer. El salón, ubicado en un rincón del primer piso o lo que algunos llaman “el sótano”del Palacio, había caído en desuso, hasta que en la pasada gestión del ex presidente Hipólito Mejía fue remodelado y convertido en sala para reuniones, dotado de equipos audiovisuales para videoconferencia.

Las tres efigies de las Hermanas Mirabal se destacan a la entrada del salón, sobre la pared del lado izquierdo, en un merecido homenaje a las inmortales damas de Salcedo víctimas de la dictadura de Rafael Trujillo. Por su discreta ubicación, el salón se presta para reuniones de esas que no se quiere llamar la atención, y recuerdo que en el proceso de negociación del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los negociadores del gobierno llegaron a utilizarlo varias veces para esquivar a la prensa acreditada. Ahora, el salón ha tomado una mayor vida, pues allí se celebra cada mañana el “briefing” que auspicia la Dirección de Prensa del Palacio Nacional con los periodistas, camarógrafos y fotógrafos acreditados a la fuente.

El briefing no es otra cosa que un intercambio diario entre los reporteros, el director de Prensa, Rafael Núñez y el portavoz gubernamental, Roberto Rodríguez Marchena, en el que se discute la agenda noticiosa del día. Tiene la particularidad de que cada lunes hay un funcionario invitado, sea un secretario de Estado, un administrador o un director general de alguna institución estatal. Este tipo de encuentros, en principio, fue visto como una mera iniciativa de la Oficina de Prensa para activar no sólo el intercambio con los periodistas acreditados, sino el flujo de informaciones a los medios y, por vía de consecuencia, a la opinión pública.

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Pero visto ahora desde una perspectiva más global, habría que llegar necesariamente a la conclusión de que todo forma parte de una estrategia gubernamental destinada a que la opinión pública esté permanentemente al tanto, no tan sólo de sus ejecutorias, sino de sus planes en las diferentes áreas. Pocos días después de iniciarse el “briefing”, se anunció, por fin, la apertura del espacio de televisión “Agenda del Presidente”, pero ahora tenemos también que cada lunes en la noche el Centro de Información Gubernamental (CIG), dirigido por Omar Liriano, auspicia también un encuentro con representantes de los medios de comunicación en el que participa, igualmente, un funcionario invitado.

Es bueno precisar que el programa “Agenda del Presidente” estaba en carpeta desde los inicios de la presente administración y esta columna fue la primera en avanzar detalles de estos planes. Si la salida del espacio se postergó en estos últimos meses se debió a causas de estrategia, es decir, se estaba esperando evaluar si su salida representaba alguna ventaja real en término de mejoramiento de la imagen del gobierno.

Algunas encuestas evidenciaron que sí, que el espacio debía salir. Ahora tenemos, y los hechos hablan por sí solos, que iniciando la semana encontramos una gran presencia de las voces del gobierno en los medios de comunicación, pautando la agenda semanal. Entonces, habría que colegir que la apertura de estos tres frentes de comunicación no ha sido el fruto de una oportuna coincidencia, sino que todo se engloba dentro de una estrategia oficial de comunicación.

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Hay que destacar que tres meses después de instalado el gobierno, una amplia comisión oficial viajó a Chile, y entre sus integrantes figuraron Roberto Rodríguez Marchena, portavoz gubernamental y Juan Francisco Santamaría, de la Oficina de Gestión Presidencial. Entre la tarea de esta comisión estaba observar cómo opera el gobierno del presidente Ricardo Lagos, especialmente en materia de comunicación.

Una de las cosas que más llamó la atención de esa comisión, fue que en Chile la posición del gobierno sobre temas de actualidad, siempre aparece en primera página en las ediciones del lunes de los diarios, pues el domingo el propio presidente Lagos o su portavoz, acostumbran sostener un encuentro “informal” con periodistas. De su lado, Rafael Núñez, el  director de Prensa, fue enviado a Washington meses atrás, también para empaparse de cómo opera la Oficina de Prensa de la Casa Blanca. Es decir, que estaban en lo suyo desde temprano.