En el palacio

En el palacio

MANUEL JIMÉNEZ
Una pantalla plana colocada estratégicamente en una esquina del salón llamaba la atención de todo visitante. En ese cuarto la euforia y la alegría era evidente, el presidente Leonel Fernández y su esposa Margarita Cedeño de Fernández habían llegado momentos antes de la rueda de prensa que concedió su coordinador en la campaña interna, Francisco Javier García, pero prefirió mantenerse al margen, en otra sala del piso 12 del edificio Dianndy 19, acompañado de funcionarios que al mismo tiempo desempeñaron funciones claves en su equipo político.

En la pantalla plana se iban proyectando los últimos cómputos sobre los resultados de las primarias que acababan de tener lugar ese domingo en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y en intervalo se mostraba un mapa de República Dominicana dando cuenta que Fernández se había impuesto frente a Danilo Medina, su antiguo secretario de la Presidencia, en todas las provincias del país. ¿Dónde están las 26 provincias que tenían ganadas?, comentó alguien con evidente sarcasmo.

Obviamente, se refería a los vaticinios de Medina en víspera de las votaciones internas de que sus cálculos les daban ganador en esas provincias con un 60 por ciento de los votos. Periodistas de diversos medios informativos habían participado de la rueda de prensa de Francisco Javier, pero en realidad casi ninguno se percató de que en el edificio se encontraba en esos momentos el Presidente de la República.

Fernández había visto por televisión el emotivo discurso de su oponente frente a sus seguidores reconociendo su derrota, pero pese a las frases de desaprobación de algunos de sus acompañantes frente a las frases de Danilo, prefirió guardar silencio. Al parecer, entendió que estas cosas se producen al calor de unos resultados que fueron totalmente adversos a la percepción que tenia su oponente interno.

rrrrr

Cuando el gobernante salió de la habitación en que se encontraba junto a su esposa y cercanos colaboradores, todos los presentes se acercaron a felicitarle. Recibió cada saludo con una sonrisa, pero sin euforia ni otro tipo de manifestación que diera la tónica de que disfrutaba al máximo ese triunfo. Estuvo sencillo, sin formular comentarios al margen, parecía un hombre que aceptaba unos resultados que ya había previsto.

Es decir, que nada nuevo había ocurrido, estuvo seguro de que así sería desde que se lanzó a la contienda, y así lo entendía en ese momento su director de Prensa, Rafael Núñez. Pero quienes estaban en su entorno sí estaban desbordantes de alegría y júbilo. Los periodistas, fotógrafos, camarógrafos y el resto del personal que trabajó en el equipo de prensa del Comando de Campaña quisieron que ese momento no pasara sin huellas en el tiempo. Primero posaron en grupo junto al Presidente y la Primera Dama, pero más tarde lo hicieron de manera individual. En esto de las fotos el Presidente y su esposa Margarita Cedeño tuvieron que dedicar gran tiempo.

Hubo un momento en que todos los fotógrafos se colocaron en torno a Fernández y doña Margarita para hacerse una foto ¿pero quién la toma? Annia Valdez, la subdirectora de Prensa de la Presidencia, se transformó de “la noche a la mañana” en fotógrafa, enfocó y disparó. Claro, habrá que ver lo que salió.

rrrrr

A la mañana siguiente, lunes, la prensa acreditada al Palacio Nacional se esmeró en estar temprano en la fuente, esperaban celebraciones, nuevas felicitaciones para el Presidente. Pero ¡oh sorpresa! En Palacio todo estuvo tranquilo, no hubo júbilo, no hubo algarabía, no hubo felicitaciones, todo el personal se presentó como de costumbre a sus labores. El presidente Fernández hizo acto de presencia en sus oficinas más o menos a la hora acostumbrada, y se integró a sus funciones. El consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, que había trabajado hasta la madrugada en su condición de coordinador de la comisión electoral del PLD, también se presentó a sus oficinas; así como el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás. No obstante, no faltaron las felicitaciones reciprocas entre el personal, pero calladas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas