En el Palacio

En el Palacio

MANUEL JIMÉNEZ
Al anochecer del sábado las tensiones estaban al máximo entre los bandos en disputa en el Partido de la Liberación Dominicana. El 90 a 10 se preguntaba si finalmente las cosas ocurrirían así, pero los que anticiparon un triunfo en 26 provincias con un 60 por ciento de los votos se rompían la cabeza haciendo cálculos para ver si estaban dando en el clavo.

A esa hora tanto los seguidores del Presidente Leonel Fernández como los del licenciado Danilo Medina trataban de impresionarse mutuamente mostrando un optimismo exagerado. Y en esto se llegó a las manifestaciones más espectaculares e increíbles, y en muchos casos hasta fantasiosas. Un amigo me llamó desde Santiago y me dijo que un dirigente del sector de Medina estaba apostando un millón de pesos, constantes y sonantes, a que su pupilo se impondría en las primarias del domingo. Ese amigo, seguidor callado de la reelección del Presidente Fernández, no estaba en capacidad económica de formalizar una apuesta tan alta. Probablemente podía llegar a una o dos botellas de whisky o de buen vino, pero estuvo tentado a llamar a otros que sí estaban en condiciones de cazarla. Las cosas no pasaron de aguajes y se quedaron en simples escarceos sin resultados. Pero en Santo Domingo Este, casi de manera simultánea, se estaba calentando una apuesta parecida, pero más temeraria, sin poses. Aquí se enfrentaban jorocones de ambos bandos o por lo menos allegados a los dos grupos. Se dice que un cercano a una máxima autoridad del municipio identificada desde el principio con Medina había recibido un mensaje del lado reeleccionista para que cazaran una apuesta de un millón de pesos. El mensaje llegó rápido y dos empresarios, muy cercanos a un importante dirigente del equipo político del Presidente Fernández, cargaron con la apuesta. Se habló primero del millón, pero en el escarceo la suma fue subiendo y subiendo peligrosamente hasta que finalmente alcanzó los 7 millones de pesos. ¡Ofrézcome cuántos cuartos! Fuentes del lado reeleccionista dicen que la apuesta se llegó a formalizar,  que se buscaron  sendas chequeras y que sin tembladera de pulsos se hicieron los valores. Ambos fueron entregados “a la casa”, pero a pesar de ello parece ser que uno de los dos apostadores no tomó las cosas tan en serio. Se dice que uno de los bandos pareció replegarse a última hora, a pesar de que había depositado su apuesta.

La noche del sábado coincidí con un comunicador en un lugar muy frecuentado de la Abraham Lincoln, uno que fue enfermo con Danilo y ácido con sus contrarios, quien me contó lo de la apuesta por primera vez. Me informó que desde el lado reeleccionista habían tratado de tentar a ver cómo estaban los ánimos de la gente de Danilo en víspera del certamen y habían lanzado el desafío de la apuesta. Ese colega, incluso, utilizó su teléfono celular y llamó a un personaje para preguntarle: “¿Se dio el asunto?. Sonrió antes de comentarme la respuesta y me dijo que los reeleccionistas “se agacharon”. “Ahora no aparecen”, me dijo incluso haciendo mención de algunos nombres. Ese hecho era interpretado por ese periodista como una señal de que los seguidores de Fernández no se sentían tan seguros de la victoria que proclamaban. Como nunca me gusta alimentarme de una sola fuente, esperé la mañana del domingo y constaté a una importante fuente reeleccionista. Esta me narró una versión diferente, pero confirmó lo de la apuesta. “El cheque se mandó y ellos (los danilistas) no aparecen desde anoche. Lo hemos llamado y ninguno ha querido dar la cara”, me aseguró. Los dos empresarios que juegan sus 7 millones a favor del triunfo de Fernández entienden o por lo menos están confiados de que esa apuesta no es un sueño, que llegó a formalizarse como hacen los buenos jugadores de gallos, con la salvedad de que en este caso “hay una casa aguantando”. “Los dos cheques están ahí, así es que esa apuesta es un hecho”, recalcó mi informante. Ahora, este caso, podría llegar incluso hasta los tribunales, según se comentaba en la noche de ayer. El run run del temerario y elevado lance era tema obligado ayer en círculos muy reservados del PLD, pero ahora se tendrá que esperar a ver qué pasa, a quien le paga la banca sport.

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