Nelson Gómez es uno de los integrantes del grupo de peledeístas que estuvo en la Universidad Camilo José Cela, de Madrid y me llamó ayer para hacerme dos precisiones: la primera, que estuvo correcta las citas atribuidas al rector de ese centro, Rafael Cortés Elvira, pero en la segunda me aclaró que son muy errados los resultados que di a conocer en torno a la elección que el grupo hizo respecto a sus preferencias en la actual contienda interna del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Los resultados no fueron estrechos, no fueron de 18 a 14 como publiqué en la columna del viernes citando algunas fuentes, sino de 24 votos para el presidente Leonel Fernández y 8 para el licenciado Danilo Medina. Lo cierto es que el tema resultó de lo más movido, especialmente en círculos del Palacio Nacional, donde hay gente que disponen de otros resultados, siempre muy adversos al ex secretario de la Presidencia. Pero la importancia de esto no radica precisamente en esa votación, sino que al rector Cortés Elvira se le están atribuyendo otros juicios de valor respecto al proceso interno peledeísta y que avala, por ejemplo, un alto funcionario del gobierno sin simpatías públicas en esta contienda y que mantiene una vieja relación de amistad con el intelectual español desde que ambos realizaron juntos sus respectivas tesis de grado de la maestría que cursaron en una universidad de la Madre Patria. Es más, esa amistad ha llegado tan lejos, que son hasta compadres. Me dicen que Cortés Elvira para reforzar su argumento de que “no hay necesidad de inventar para poner en riesgo el control del poder por parte del partido”, destaca que en España, por ejemplo, “nadie cometería la locura” de disputarle una eventual reelección como jefe del gobierno a José Manuel Rodríguez Zapatero.

Tal posibilidad sólo ocurriría si Rodríguez Zapatero, por propia iniciativa, decide no buscar la reelección, como paso con José María Aznar, más recientemente. Cortés Elvira sostiene que este es un principio tan arraigado en la mayoría de los partidos europeos y de otras partes del mundo, que algunos de ellos lo han hecho constar en sus estatutos, es decir, no permiten aspiraciones si el presidente o el primer ministro electo por ese partido decide optar por una repostulación, conforme a las explicaciones que me dio ese funcionario. En la conversación, totalmente informal, Cortes Elvira citó dos casos reciente que refuerzan sus puntos de vista; el del presidente George Bush, en Estados Unidos y ahora el de Tony Blair, en Gran Bretaña. A Bush nadie ni siquiera intentó disputarle la repostulación por el Partido Republicano, muy a pesar de las debilidades que evidenciaba. Lo de Blair se ve en otro escenario, ha sido el primer ministro británico quien ha decidido no presentarse y eso le abrió el camino a otro dirigente del Partido Laborista. En caso contrario, ese dirigente no hubiese optado por una nominación, dicen que sostiene Cortes Elvira, quien conoce bien a República Dominicana pues funge de asesor de algunas empresas españolas establecidas en el país. ¿Cuál es la lógica de cambiar?, dicen que preguntó Cortes Elvira a sus alumnos dominicanos_.digo, peledeístas. De otro lado, a muchos en el plano local les causa extrañeza ese vínculo tan estrecho entre dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Resulta que hasta el pasado reciente, esos vínculos políticos del PSOE se reducían únicamente al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de tendencia socialdemócrata. Este último, sin embargo, no ha perdido esa relación, pero es obvio que el PSOE abrió sus puertas y decidió ampliar sus relaciones, al extremo, según me cuentan, que en su seno existen corrientes pro PLD y pro PRD.