En el Palacio

En el Palacio

POR MANUEL JIMENEZ
En la agenda del presidente Leonel Fernández en su reciente viaje a Montreal, Canadá, figuraba un encuentro con el primer ministro de este país, Paul Martin, algo que, al final, no pudo materializarse, porque desde días antes éste se vio envuelto en diferencias con el Parlamento que le obligaron a permanecer virtualmente todo el tiempo inmerso en los debates parlamentarios.

Estas crisis son muy usuales en este tipo de regímenes, pero para un primer ministro la pérdida de la mayoría en el Parlamento equivale a su destitución. El día de la cita con el presidente Fernández, el primer ministro hubo de pasárselo en confrontación con sus opositores en el Parlamento, casi todo el día y esto hizo abortar el encuentro, según mis fuentes. El mandatario viajó a Montreal para asistir a un foro económico de Las Américas, un evento que reunió a 2,500 participantes y 150 conferencistas, entre ellos jefes de Estado y de Gobierno de algunos países de la región.

Además de Montreal, la gira presidencial abarcó también las ciudades estadounidenses de Boston y Nueva York. Se trató de la delegación más numerosa al exterior que encabeza el jefe de Estado desde que asumió el mando en agosto pasado. A saber, le acompañaron el secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás; el presidente del Consejo de Asesores Económicos, Julio Ortega Tous; el director de INAPA, Víctor Díaz; el administrador de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales, Radhames Segura; el director de Prensa, Rafael Núñez; el asistente personal, Danilo Pérez y el jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares, mayor general Ramón Aquino. En Boston, segunda escala en la gira presidencial, se sumaron a la comitiva la secretaria de Educación, Alejandrina Germán; la Secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo; el secretario de Estado sin Cartera, Eduardo Selman; el embajador dominicano en Washington, Flavio Darío Espinal y estoy enterado que en Nueva York se adhirió el secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti. Fernández, como se sabe, hizo la gira abordando vuelos comerciales.

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El presidente Fernández, como ya es habitual en este tipo de gira al exterior, se reunió, el primer día de su llegada, con la colonia dominicana radicada en Canadá. Se sorprendió de ver una colonia tan numerosa y entusiasmado, exclamó: ”¡Me parece estar reviviendo la noche del 16 de mayo cuando ganamos las elecciones!” Los aplausos no se hicieron esperar, según me relató Sandra Severino, subdirectora de Prensa.

Los oficiales de seguridad canadienses que le asignaron como escoltas al presidente Fernández no permitían muchas libertades en torno al gobernante y llegaron a exteriorizar su sorpresa por la alegría desbordada que exhibieron los dominicanos durante aquel encuentro. En su segundo día en Montreal, el presidente visitó la Basílica de Nuestra Señora de Notre Dame, donde se sintió maravillado por la belleza de sus vitrales. Sandra me cuenta que el presidente Fernández también sorprendió a los periodistas que le entrevistaron.

El periódico más famoso de Canadá, Le Press, mandó al periodista  Jooned  Khan, quien  manifestó su sorpresa por el buen inglés que habla el mandatario dominicano y que, inclusive, escribió un gran artículo en su medio que tituló “ Le Petit Tigre des Caribe,” (El pequeño Tigres del Caribe) por la sagacidad e inteligencia que atribuyo a Fernández.

En una cena en la noche, me sigue narrando Severino, Fernández volvió a sorprender a la clase mas adinerada de Canadá presente en el encuentro, al iniciar sus palabras en francés y haciendo alusión a que la concursante de ese país en Miss Universo había ganado  el certamen, seguida muy de cerca por la representante de República Dominicana.

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“¡Nosotros no vamos a Ucrania a buscar un tractor para nuestra finca!” La frase lució cortante y la pronunció el director de Prensa del Palacio Nacional, Rafael Núñez, en el curso de una defensa a los viajes al exterior del presidente Leonel Fernández. Obviamente, se refería al ex presidente Hipólito Mejía, pero tuvo una confusión. El tractor a que alude se lo regalaron a Mejía en Osaka, Japón, no en Ucrania. Recuerdo que el entonces gobernante, subido sobre la máquina, grito a todo pulmón. “¡Este es mío!” En Ucrania se anunció una compra de tractores, pero para la Secretaria de Agricultura.

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