POR MANUEL JIMENEZ
El Pabellón de Estado es un área restringida del aeropuerto de Barajas, en Madrid, reservada para recibir personalidades nacionales y extranjeras y allí tuvo lugar una sencilla ceremonia de recibimiento al Presidente Leonel Fernández. El mandatario había llegado en un vuelo comercial en la mañana de aquel martes ocho de marzo procedente de París, Francia, junto a su esposa Margarita Cedeño de Fernández y una reducida comitiva.

Tan solo le acompañaban el Secretario de Estado, Eduardo Selman; el jefe del cuerpo de Ayudantes, mayor general Ramón Aquino; el Director de Prensa, Rafael Núñez y el asistente personal del gobernante, Danilo Pérez. En el interior del Pabellón esperaban para darle recibimiento el embajador en España, Alejandro González Pons; el Cónsul en Madrid, Marcos Cross; el cónsul en Valencia, José Luis Morillo y algunas funcionarias de la embajada, entre ellas Griselda Cruz, Maritza Bello y Anyara Shakira Martínez, así como el empresario dominicano Ruddy Espinosa. La llegada a Madrid del Presidente Fernández virtualmente coincidía con la hora en que se procedía a la inauguración de la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad, por lo que el gobernante decidió dirigirse directamente desde el aeropuerto al Palacio de Congresos de Madrid, donde tuvo lugar la ceremonia.

En el Campo de Naciones, como se conoce al complejo de edificios que sirvió de escenario a la Cumbre, las medidas de seguridad eran ciertamente extremas, pero ello no impidió que la prensa dominicana penetrara al interior del edificio como parte de comitiva presidencial. Logramos subir hasta el cuarto piso, donde entonces se nos pidió bajar hasta el primer piso, donde fue instalado el Centro Internacional de Prensa. Modernas computadoras conectadas a Internet esperaban a los cientos de periodistas de todo el mundo que se acreditaron para seguir los trabajos de Cumbre, convocada en ocasión del primer aniversario del atentado al metro de Madrid.

En tanto, el Presidente Fernández, en otra área reservada del Palacio de Congresos, saludó al Príncipe Felipe, quien habló en la ceremonia inaugural de la cumbre e intercambió opiniones con el ex jefe del gobierno español, Felipe González; el ex Presidente de Guatemala, Álvaro Arzú y otros lideres extranjeros presentes.

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La primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, tuvo una agenda independiente durante su visita a Madrid. Su papel no se limitó a ser una acompañante de su esposo a los actos protocolares en el marco de la cumbre, sino que en la noche de ese mismo martes acudió al Palacio de la Comunidad Autónoma de Madrid para suscribir un acuerdo marco que envuelve una donación de unos 600 mil euros para dos programas de asistencia a favor de familias de escasos recursos residentes en Boca Chica y El Seibo.

El acuerdo fue firmado entre la doctora Cedeño de Fernández y la Ministro de Asuntos Sociales y Cooperación de la Comunidad Autónoma de Madrid, Beatriz Elorriaga. En la ceremonia, la señora Elorriaga hizo entrega a la primera dama de 10 mil ejemplares de una edición especial de El Quijote para ser distribuidas en las escuelas públicas dominicanas.  Los recursos están destinados a un programa de Desarrollo de la Mujer Rural, en El Seibo, tomando en cuenta que se trata de la segunda provincia más pobre del país, y un segundo proyecto sobre Generación de Ingresos de Madres, Jóvenes y Adolescentes Vulnerables en el municipio de Boca Chica.

Otra de las gestiones de la señora Cedeño de Fernández fue visitar la comunidad de Toledo para discutir un programa de guarderías infantiles destinadas a beneficiar a hijos de madres estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Aquí se reunió con la Alcalde Rosa Aguilar, de Izquierda Unida, que se ha destacado por el desarrollo de programas sociales de impacto en su comunidad, según explicó Félix Martínez de la Cruz, un ciudadano español muy familiarizado con la República Dominicana y a quien el Presidente Fernández ha designado como asesor y enlace con instituciones y organismos de asistencia españoles. El propio mandatario, en el curso de su estadía en Madrid, visitó a Toledo para unos contactos académicos.