POR MANUEL JIMÉNEZ
Desde que se inició en el terreno de la política, al presidente Leonel Fernández se le ha tenido esencialmente como gran orador y comunicador. En una ocasión escuché decir a un político reformista que le adversa que prefería no escuchar sus discursos y leerlos al día siguiente en el periódico porque temía que le convenciera. Pues bien, parece que el presidente Fernández ha decidido por explotar este recurso y en algunas fuentes gubernamentales han trascendido detalles de un proyecto que lo llevaría a comparecer semanalmente a un espacio de la televisión local. Se llamaría algo así como La Agenda del Presidente y sería conducido por el veterano Elis Pérez a través del canal 13.
No tengo muchos detalles del proyecto porque todo lo relacionado con el mismo se ha estado manejando con gran hermetismo. Pero el espacio saldría al aire en horas de la noche, el sábado o el domingo y estaría concretamente dedicado a exponer planes y proyectos gubernamentales, así como a dar respuesta a inquietudes que surjan en la población.
No está asegurada una presencia semanal continúa del Presidente, pero me dicen que los detalles del proyecto serán anunciado muy pronto a la opinión pública. Cuando me hablaron del proyecto comprendí el porqué en las dos últimas semanas me he encontrado en más de una ocasión con el amigo Elis Pérez en los pasillos del Palacio, probablemente al termino de una que otra reunión afinando el proyecto. Pérez es un veterano de la televisión, con gran dominio escénico y de la palabra. Alguien me aseguró que se trata de una iniciativa que se discutió y aprobó desde antes del presidente Fernández asumir el gobierno, pero que esa vez se habló de la posibilidad de una alocución cada dos semanas o de intervenciones a manera de conversatorio cada diez días.
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La televisión y la radio se han ido convirtiendo en vehículos de comunicación para algunos jefes de Estado en el continente. Hugo Chávez, en Venezuela, produce ¡Aló Presidente! y Vicente Fox, en México tiene igualmente su propio espacio de televisión. Ricardo Lagos, de Chile, se reúne semanalmente con lo que es su equipo de comunicación y de allí siempre sale una declaración, aunque difundida por el vocero de la presidencia.
Ya aquí tuvimos la experiencia de Una Vez a la Semana, de Ramón Colombo y Juan Taveras Hernández en el que comparecía cada domingo en la noche el entonces Presidente Hipólito Mejía. Podría decirse que el presidente Chávez influyó de manera determinante en aquel proyecto de comunicación de la administración de Mejía. En una visita que el mandatario venezolano hizo a Santo Domingo produjo su espacio, retransmitido en directo al público venezolano, desde los estudios de la entonces Radio Televisión Dominicana, teniendo como invitado al presidente Mejía.
Ambos se distanciaron posteriormente, pero Mejía entendió que tener también su propio espacio de televisión sería una gran ayuda para sus planes. Los resultados, sin embargo, fueron otros, pues pronto el entonces mandatario se vio atrapado por los efectos de una grave crisis económica y sus explicaciones semanales sobre el origen de la misma no parecieron convencer al gran público, dando pie, al mismo tiempo, a una crisis de credibilidad. El estilo de aquel espacio fue muy distinto al que ponen en práctica los presidentes Chávez y Fox en sus respectivos países, pues ambos mandatarios interactúan con el público en primera persona.
No hablan ante un panel de entrevistadores, sino de cara al público, tocando los temas que ellos escogen y dando respuesta a lo que entienden es de interés general, desde una óptica ajustada a las políticas de sus gobiernos. Habrá que esperar cómo viene la temática de este nuevo espacio presidencial, pues de antemano la iniciativa ya ha despertado curiosidad en círculos gubernamentales que conocen de los planes.
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En víspera de Año Nuevo, el presidente Fernández almorzó en el Palacio Nacional con los ex presidentes Andrés Pastrana, de Colombia, y Sánchez de Lozada, de Bolivia. Ambos pasaron las festividades de Navidad en la República Dominicana y el encuentro no fue informado con antelación a la prensa. Se desarrolló en un salón comedor de la tercera planta y mis fuentes aseguran que se trato de un almuerzo ameno y prolongado.
Sánchez de Lozada fue víctima de una grave crisis política generada a partir de que su gobierno llegara a un acuerdo con una empresa chilena para comercializar el gas.