En el Palacio

En el Palacio

POR MANUEL JIMÉNEZ
La semana pasada, los periodistas que habitualmente cubrimos la fuente del Palacio Nacional, encontramos una reacondicionada sala de prensa, bien equipada y amueblada. Apenas el viernes ya se disponía de nuevas computadoras conectadas a Internet, algo que ayudó bastante al trabajo, no sólo de los reporteros acreditados, sino también a la batería de colegas venezolanos que llegaron al país acompañando al presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías.

Esos colegas se mostraron a gusto con el servicio, pero uno que otro tuvo que pasar su mal rato con algunos oficiales de la seguridad que siempre se extreman en situaciones como estas y trataron de limitar sus movimientos, específicamente en el acto de inauguración de la Plaza Bolívar, en la intersección de las avenidas Máximo Gómez con Bolívar, de esta capital. Una bella y elegante reportera venezolana estalló en cólera y arrojó al pecho de un oficial, su pase de prensa. ¡Para qué mierda le dieron esto a uno!,  Grito frenética la reportera de televisión cuando el oficial le impidió el acceso a la plaza, sin tomar en cuenta que en su interior ya se encontraban numerosos periodistas nacionales y extranjeros. El hecho es que justo en los días en que se inauguraba la remodelada sala de prensa, la Dirección de Prensa de la Presidencia anunciaba la visita al país del Presidente Chávez, pero recordaba la restricción que tiene vigencia para impedir el acceso de los representantes de los medios de comunicación a la base aérea de San Isidro. Eso lo recordaba en persona el propio director de Prensa, Rafael Núñez, destacando el hecho de que, además de que se trataba de una base militar, la hora en que estaba programado el arribo al país del Presidente venezolano, tampoco era adecuada para la presencia de los reporteros. Se sabe que el presidente Chávez llegó al país a las 4:00 de la madrugada del sábado y dos horas antes lo había hecho el presidente Fernández, ambos procedentes de Río de Janeiro, Brasil. Esta columna fue la primera en informar sobre la restricción de acceso a la base militar, justo el día en que el presidente  Fernández hizo su primer viaje al exterior, a propósito de la toma de posesión del nuevo Presidente de Panamá, Martín Torrijos. Incluso, comenté verbalmente la medida al director de El Nacional, Radhamés Gómez Pepín.

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Desde entonces he conversado sobre esto con algunos de los integrantes del gabinete de Comunicación, pero nadie sabe de dónde originalmente partió la orden. Roberto Rodríguez Marchena, portavoz gubernamental, está de acuerdo en que la disposición se revise, aunque confiesa que no puede enjuiciarla hasta tanto no conozca las razones que se tuvieron en cuenta para adoptarla. El hecho es que se trata de una disposición que no tiene sentido y que le ha ocasionado al gobierno más daño que bien. El presidente Leonel Fernández, de quien insisto que no se ha marginado del contacto con la prensa a diferencia de algunos de sus funcionarios, debería intervenir y levantar la prohibición, pues hay medios que abiertamente han advertido que no darán cabida ni a las fotos ni a las notas que expida la Dirección de Prensa del Palacio Nacional. Ya se sabe del precedente de que ningún medio publicó la foto de partida del Presidente Fernández el miércoles pasado con destino a Río de Janeiro. Algunos editores alegan razones técnicas y estéticas para no dar cabida a la foto, pero es obvio que se observa una actitud de rebeldía. No tiene sentido que un gobierno que tiene un gabinete de Comunicación con un número de integrantes sin precedentes, genere una controversia con los medios locales por un asunto de tan poca monta. ¿Porqué alterar una tradición de años, que incluso operó sin inconvenientes durante la primera gestión del Presidente Fernández entre 1996 y el 2000 y se mantuvo sin variación en el gobierno anterior? Con el escarceo que ha provocado la impensada decisión, se esta enviando una mala señal a la opinión pública. ¿Qué se busca ocultar? Se podría pensar. Si existe un gabinete integrado por gente que piensa y razona, yo creo que en su habitual reunión de hoy en la mañana, este tema estará en su agenda. Igual deberían hablar de organización, pues lo que se hizo con la prensa durante el acto de firma de convenios entre los presidentes Hugo Chávez y Leonel Fernández fue un verdadero tollo. Si se hubiesen tomado la molestia de consultar o buscar información, se les hubiese dicho que lo usual es instalar, a la entrada  del salón de embajadores, sendas pequeñas tarimas con separadores para ubicar allí a los reporteros y no hubiesen tenido que tolerar la presencia de camarógrafos y fotógrafos de frente a los presidentes y de espaldas a los ministros venezolanos y dominicanos presentes, entorpeciéndoles la visión de la ceremonia oficial. De verdad que fue un espectáculo de mal gusto.

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