En el palacio

En el palacio

MANUEL JIMÉNEZ
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo, César Pina Toribio, no es un funcionario que se ha caracterizado por agachar la cabeza. Al contrario, entre los periodistas que cubren la fuente del Palacio Nacional se le reconoce como hombre accesible y decente. Pero desde la semana pasada las puertas de su despacho han estado vedadas a la prensa acreditada. Personalmente, he ido varias veces donde su secretaria, quien incluso me hizo entrega recientemente de una nota personal del funcionario referente a una aclaración que le interesaba, pero las veces que me he presentado se me ha comunicado que está en una reunión privada, que se encuentra en otra oficina o que no puede atender a nadie en esos momentos.

La misma suerte han corrido otros reporteros, algunos de los cuales hasta decidieron montarle una guardia frente a sus oficinas en el día de ayer. Un amigo me aclaró que la prudencia obliga al consultor jurídico a permanecer callado. “El prefiere mantenerse callado en relación a lo que ustedes quieren preguntarle, porque ese caso está en otras manos”, me dijo. ¿Y qué asunto es ese? Le pregunté inocentemente a ese amigo, pero estalló en carcajadas sin darme respuesta. Lo cierto es que a partir de la ratificación por parte del Congreso de los documentos que avalan el contrato para la construcción de la isla artificial frente al malecón de Santo Domingo, el nombre de Pina Toribio ha sonado bastante. En el Senado se certificó que los documentos le fueron remitidos desde la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo y en torno a esto la única explicación oficial la dio la semana pasada el director de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez, quien alegó que todo se debió a una confusión. En los pasillos de Palacio, de otro lado, se hacen todo tipo de conjeturas y se habla de manera insistente involucrando a otro funcionario en este embrollo, el cual, dicho sea de paso, no ha estado acudiendo a sus oficinas en la segunda planta de la Casa de Gobierno. Ayer, pasada las 11:00 de la mañana, y pese a la “guardia” que periodistas montaron frente a las puertas de su despacho, el doctor Pina Toribio salio al pasillo, dio la impresión de que se dirigía al área del despacho presidencial, pero se devolvió y penetró de nuevo a sus oficinas, sin que los “vigilantes” chicos de la prensa se percataran. Es decir, que el funcionario no ha querido tampoco resguardarse tanto. Ahora bien, mis fuentes dicen que habrá que esperar hasta mañana miércoles cuando se espera una reacción oficial de la Presidencia de la República referente a la isla artificial. Y es que mañana se cumplen los ocho días hábiles que fija la Constitución para que el Poder Ejecutivo promulgue u observe una ley aprobada por el Congreso.

Pina Toribio, además, recibió pasado el mediodía la visita del secretario de Finanzas, Vicente Bengoa, quien previamente estuvo en el despacho del Presidente Fernández. Bengoa, según se supo, acompañará al Presidente Fernández en un rápido viaje a Bogotá, Colombia, en los próximos días, en ocasión de la toma de posesión del reelecto presidente Álvaro Uribe. Pero hoy, bien temprano en la mañana, Bengoa viajará a Caracas, Venezuela, junto al Secretario de Estado sin Cartera, Miguel Mejía. Como recordarán, Bengoa ocupa la Presidencia de la Refinería Dominicana de Petróleo tras el lamentable deceso de Eduardo Rodríguez. No se adelantó las razones de este viaje, que durará tan solo un día, puesto que ambos estarán de retorno este mismo martes en la tardecita. Y a propósito de la Refinería, Euri Cabral adelantó ayer en el espacio “El Gobierno de la Mañana”, de la Z-101, que Rubén Bichara suena como presidente de la empresa. Esperemos. Bengoa, de otro lado, aclaró a los periodistas que le entrevistaron, que ya no puede hablarse de contrato entre el Estado y la firma privada que equiparía a la Policía Nacional. Explicó que tan pronto el gobierno decidió convocar a una licitación pública, ese contrato quedó sin efecto.

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