En el palacio

En el palacio

POR MANUEL JIMÉNEZ
A los periodistas, al parecer, no les tomó por sorpresa la información de que se les vedaba el acceso al salón del hotel Caoba, de San Francisco de Macorís, donde el presidente Leonel Fernández encabezó un encuentro almuerzo con representantes de diversos sectores de la provincia.

Y no les sorprendió, porque prácticamente al unísono tomaron la determinación de retirarse del lugar. Más tarde, se informó que el jefe de Estado había hecho entrega de un cheque de RD$8.0 millones para la construcción de una Ciudad Ganadera en el municipio cabecera de la provincia Duarte, y como pudo comprobarse luego, la foto de esa actividad no fue reseñada por ningún medio escrito ni las fílmicas difundidas por los noticieros de televisión. Sin tratar de llenar entuertos, sino más bien por razones de cortesía, el director de Prensa de la Presidencia, Rafael Núñez, invitó a los periodistas que cubrieron el inicio de las festividades del Mes de la Patria, a un almuerzo en un restaurante ubicado a la salida de San Francisco de Macorís. Allí fuimos llegando en forma gradual y los primeros en hacer acto de presencia en el establecimiento se encontraron con el senador Hernani Salazar, del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Se trataba de una coincidencia, pues Salazar se retiró hasta ese restaurante para seguir las negociaciones con una comisión del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), pues en el nordeste la alianza rosada presenta varios inconvenientes. Hernani, como es su estilo, fue efusivo y cordial. Dio señales de alegría al ver la prensa llegar y hasta llegó a invitar a pedir “lo que ustedes quieran, muchachos”. Pero pronto se percató de que aquello no iba por su cuenta y al descubrir la presencia de Núñez, sentado en una mesa al centro, reculó hábilmente, y comentó: “¡Ah no, me acabo de librar de una cuenta! Como la reunión con los dirigentes reformistas no podía seguirse celebrándose en presencia de los periodistas, Hernani se disculpó y se retiró hasta un salón contiguo privado. Pero antes, anticipó a la prensa que quería dar unas declaraciones: “Me impidieron asistir a los actos de Duarte. Yo les voy a dar una declaración”.

Cuando terminamos el almuerzo, el senador Salazar retornó a sus habituales bromas con los periodistas, pero, al parecer, tuvo un lapsus y olvidó ofrecer las prometidas declaraciones. Se despidió de todos de manera muy alegre y apresurada porque tenía que esperar la llegada de unos atletas que caminaban desde Santo Domingo hasta San Francisco de Macorís. En horas de la mañana, cuando llegué a esta ciudad, acudí a la Catedral Santa Ana, donde el obispo Jesús María de Jesús Moya oficiaba un tedeum en ocasión del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte. Frente al templo estaba en formación un batallón militar, por lo que se supuso que  era para rendir los honores correspondientes al presidente Leonel Fernández. Algunos reporteros, entre ellos quien escribe, se percataron de que el mandatario no acudiría al templo cuando se procedió a romper la formación y retirar los militares del lugar. Pero hay que hacer constar que en la celebración del año pasado, el presidente Fernández tampoco acudió al tedeum en la catedral. Cuando el acto religioso entraba en la recta final, vi penetrar al interior del templo al senador Hernani Salazar, quien tomó asiento en el primer banco de la fila del extremo izquierdo, un lugar reservado a las autoridades provinciales y municipales. En el lado derecho se encontraban los integrantes de una comisión de alto nivel designada por el presidente Fernández para que le representara en el acto religioso, me dijo una alta fuente del gobierno. Se trataba de los secretarios, de Educación Superior, Ligia Amada Melo; de Interior y Policía, Franklin Almeyda; de Agricultura, Amilcar Romero; Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti; el doctor Marino Vinicio Castillo, la gobernadora provincial Luz Selene Plata y Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión de Efemérides Patrias. Esta es la historia visible de lo ocurrido el jueves en San Francisco de Macorís. Si al senador Salazar se le impidió supuestamente el acceso a la tarima presidencial como informó el periodista Melton Pineda en el Gobierno de la Mañana, el legislador perredeísta debe estar conteste conmigo en que perdió un excelente escenario para denunciarlo.

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