MANUEL JIMÉNEZ
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 “Quiero responder solo sobre cosas serias”. Con esta  expresión el Presidente Leonel Fernández evadió responder mi pregunta sobre  la instancia que había depositado en la víspera el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en torno  al supuesto uso de  fondos públicos en la campaña por la reelección. El gobernante, que usualmente no accede a entrevistas periodísticas después de haber dictado una conferencia o  un discurso, se retiraba al atardecer del viernes del salón Framboyán, en Casa de Campo, La Romana, donde había tenido lugar el gran Foro Empresarial RD-CAFTA y AAE, celebrado en el marco de la Feria de Andalucía en el Caribe. Fernández fue invitado para una conferencia magistral sobre las oportunidades que ofrece República Dominicana a eventuales inversionistas que quieran aprovechar la estratégica posición geográfica del país a la luz del tratado de libre comercio con Estados Unidos y el reciente acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea (AEE). Pero no obstante a su conferencia, se detuvo a responder algunas preguntas, las primeras de ellas relacionadas con las inversiones que tanto el Central Romana como el Grupo Vicini tienen en programa realizar en la región Este del país para la producción de azúcar, energía eléctrica y etanol, así como la firma canadiense Barrick Corporation para  la explotación de los yacimientos de sulfuros en Pueblo Viejo, Cotuí. Ambas inversiones, según los anuncios oficiales, totalizan la  suma de US$3,000 millones y generarían unos 40,000 empleos. Mientras ofrecía este tipo de información, le interrumpí para conocer su reacción sobre la denuncia del PRD. “Eso no tiene que ver ni con energía, ni con invertir, ni con nada de eso. Quiero responder solamente sobre cosas serias”, se limitó a responder el gobernante.

 El Dardo de los Pardos

Michael Skol es un personaje de recordación para los dominicanos, especialmente para aquellos que han estado inmersos en la actividad política en los últimos años. A raíz de la crisis post electoral  de 1994, Skol, para entonces subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, visitó al Presidente Joaquín Balaguer buscando una “solución” a la crisis, pero al retirarse del despacho preguntó al líder reformista qué había que hacer en el país para celebrar nuevas elecciones. A esa salida de Skol, Balaguer la bautizó como el “Dardo de los Pardos”.  Skol estuvo en calidad de expositor invitado en este foro  en Casa de Campo. Allí lució simpático y alegre durante su intervención en el panel     y  pareció no recordar aquel episodio interesante  de   la historia contemporánea. Dardos de los Pardos  se bautizó a una tribu que huía despavorida de sus enemigos, pero  daba un viraje  sorpresivo, inesperado, y clavaba su lanza sobre el adversario.