POR MANUEL JIMÉNEZ
Al acto de apertura de las instalaciones ampliadas de Industrias Nacionales (INCA), una empresa metalúrgica ubicada en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, habían sido invitados, esencialmente, ejecutivos privados que de una u otra manera tienen vinculación con la industria de la construcción en la República Dominicana. Pero también se incluyeron banqueros y otros ejecutivos del mundo financiero, así como de otras áreas de la industria local. Figuraban también diplomáticos, entre ellos los embajadores de Brasil, Rolando Edgar Dunlop y de Costa Rica, Martha Eugenia Núñez Madrid. INCA aprovechó la ceremonia para anunciar su alianza estratégica con el grupo brasileño Gerdau y la maestra de ceremonia hizo mención a la presencia de una extensión de la empresa en San José, Costa Rica. A la llegada del presidente Leonel Fernández, a las 12:08 del mediodía, ya todo estaba preparado para el inicio de la ceremonia, pues como es  habitual el mandatario se presentó con un retraso de más de una hora. Pero lo que muchos no sospechaban era que el discurso formal a cargo del presidente de INCA, Francisco García, fuera una pieza  cargada de optimismo y de reconocimientos a la recuperación económica del país. Después de anunciar el monto de las inversiones y ofrecer algunos detalles técnicos sobre la capacidad de procesamiento del acero y el progreso tecnológico adquirido por su empresa, García sorprendió al auditorio con sus elogios a la estabilidad y el crecimiento económico que exhibe el país.

“Confiamos, dijo textualmente, que el crecimiento económico, la estabilidad monetaria, el avance en el cobro de los impuestos, y lo que es más importante la equidad con que se están cobrando; el fortalecimiento de la justicia y de las instituciones continuarán en el futuro”. Y más adelante se preguntó: “¿Quién hasta hoy pudiera afirmar que con el petróleo a 100 dólares el barril podríamos tener el crecimiento económico que estamos disfrutando y que seguiríamos recibiendo inversiones como las que anunciamos hoy? Muchos de los presentes intercambiaban miradas, mientras que en los rostros de los funcionarios presentes no se ocultaba la satisfacción por aquellas palabras. Al final, García no quiso despedirse sin hacer otro reconocimiento. Explicó que el acceso de su empresa a una tecnología de punta que le ayudará a reducir sustancialmente sus costos de producción, incluso a tener una economía de un 30% en los gastos de electricidad se debe “a la fortaleza de la moneda dominicana, a la baja tasa de interés y, en sentido general a la buena salud de la economía dominicana”. Un colega que escuchaba atento el discurso comentó con cierta ironía que al final, en aquella intervención solo hizo falta  que se parodiara el slogan del presidente Fernández  de que ¡E pa’alante que vamos! Otros, mientras tanto, se empeñaban en buscar algún parentesco entre los García de INCA y los García del canal 45 ¿Por qué tanta curiosidad?

Es probable que muchos ignoren que el presidente Leonel Fernández gusta de las semillas de cajuil. El mandatario hizo detener sorpresivamente el miércoles su caravana a la altura del kilómetro 40 de la autopista Duarte, en el lugar conocido como “El Badén” para comprarse dos potecitos de semillas asadas de cajuil. La señora que atendía una de las mesas que se despliegan a la orilla de la carretera, en el paseo derecho, saltó de alegría al encontrarse con esta sorpresa. ¿Cuánto pagó por los dos potecitos?, el dato no trascendió, pero testigos afirman que la emoción de la dama parecía evidenciar que hizo la venta del día. El mandatario retornaba a la capital desde Villa Altagracia donde acudió a dar el primer picazo para la construcción  de 128 apartamentos para los damnificados de la tormenta Noel con una inversión de RD$88.2 millones. La ceremonia se efectúo en el lugar conocido como “V Centenario”, a la altura del kilómetro 48 de la autopista Duarte. Cuando el mandatario se disponía a dar el picazo, era notorio el afán de los diputados Manuel Díaz y Sergio Vargas a ver quien quedaba más cerca del gobernante. ¿Gajes del oficio? No, de la política, compadre….