En el Palacio

En el Palacio

MANUEL JIMENEZ
m.jimenez@hoy.com.do
Ángel Lockward, Secretario de Estado sin Cartera, es uno de esos políticos con buena dicción y facilidad de expresión que no acaba de trasladar ese buen don al ámbito de sus relaciones políticas. Llegó al gobierno enfrentado judicial y verbalmente al Secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier.

Pocas semanas después de su instalación en una oficina de la segunda planta del Palacio Nacional, el país conoció rumores de que había presentado renuncia al cargo. El propio Lockward confirmó más tarde esas versiones a la prensa acreditada a la sede del gobierno. Pero un encuentro posterior con el Presidente Fernández  hizo cambiar la decisión. Para entonces, lo que el propio Lockward comentaba como razones de su renuncia era que desde su posición (Secretario de Estado sin Cartera) no podía ayudar a sus viejos compatriotas en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). En pocas palabras, estaba diciendo que tenía virtualmente   las manos atadas en eso de lograr empleos y otros beneficios para su gente. Su oficina, es cierto, se ha convertido en un vínculo entre los reformistas que han dado el salto y de los que aún estudian inscribirse en el proyecto de la reelección del Presidente Fernández. Lockward, en términos políticos, es ambicioso y tiene presente cada momento o fecha para hacerse sentir entre sus allegados. Por ejemplo, en la festividad de Navidad se le ocurrió que tenía la estructura montada para repartir unas 70,000 cajas de alimentos entre su gente y esperaba que esa cantidad le fuera entregada por Emigdio Sosa, Subsecretario Administrativo de la Presidencia. Hizo su cerebro, coordinó el reparto, pero esas 70,000 cajas no llegaron. Entonces se molestó con Sosa, al grado de que en estos días en el despacho del Director del Plan Social de la Presidencia, también en la segunda planta del Palacio Nacional, llegó una citación judicial para que éste funcionario comparezca ante un tribunal.  Sosa no ha querido hacer el escándalo, pero es el segundo en el récord de Lockward.

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