POR GRACIELA AZCÁRATE
En el país de Nomeacuerdo
Doy tres pasitos y me pierdo
Un pasito para atrás
No recuerdo si lo dí
Un pasito para allá

Hay que miedo que me da
En el pais de Nomeacuerdo
Doy tres pasitos y me pierdo
Porque ya me olvidé donde puse el otro pie

Canción infantil de María Elena Walsh

El viernes 12 de enero, mientras navegaba en Internet leyendo los periódicos de Europa y Argentina la noticia de la orden de captura internacional de Isabel Perón me estremeció.

Como una descarga eléctrica el recuerdo lo invadió todo. Se abrieron las puertas del pasado y los fantasmas entraron como un malón.

Buenos Aires, 1973, la Facultad de Filosofia y Letras, mi carrera de historia a punto de culminar, el regreso de Perón, la matanza de Ezeiza, Montoneros, la Patria Socialista, el brujo López Rega, la triple AAA, el asesinato de mi decano de la Facultad de Filosofia y Letras a tiros de Itaka , Isabelita presidente…

Puntos suspensivos para dar inicio a una crónica del horror.

Como la cancion infantil de Maria Elena Walsh me canté: ¡ Ay, que miedo que me dá recordar que vengo del país de Nomeacuerdo!

Dogmática al fin, hija de mi tiempo y de aquellos años de plomo me dije que era esa generación de asesinos fascistas que nos habian arruinado la vida, a esa muchachada que en el mayo francés del 68 teniamos veinte años.

Pero no es verdad. Si Isabel, Menem, Videla, Masera y el largo historial de una generación nacida en la década de 1930 nos puede erizar de terror por lo que llegaron a hacer, recordé que María Elena Walhs es hija de ese tiempo y esa generación. Y fue ella precisamente con sus canciones infantiles la que se convirtió en la contracara de una generación siniestra y maligna. Como el ying y el yang. Aquella mujer nacida en 1930, en el pueblo de Ramos Mejía al  oeste de la provincia de Buenos Aires, esa mujer repito que desde las canciones infantiles se atrevió a escribir en 1975, en pleno gobierno de Isabelita y el Brujo López Rega la canción, con la que la que inicio éste relato y en 1979, una carta a la Junta Militar donde los desafía y denuncia  y donde sin lugar a dudas se jugó la vida.

Como el poeta Juan Gelman, como su primo Rodolfo Walsh es la contracara de una generación que nos obliga ahora que ya casi tenemos esa edad a repensar ese país de Nomeacuerdo.

Ese país que se pregunta ante las demandas de un juez dónde está esa anciana de setentaicinco años que se perdió en brumas de Madrid y que durante un tiempo decidió la vida de los argentinos.

Un país que no se acuerda que María Estela Martínez de Perón nació en la provincia de La Rioja, en 1931.

¿Qué tendrá esa provincia que engendra un caudillo patriota y montonero como el Chacho Peñaloza asesinado en Olta en 1865, y su cabeza clavada en una pica para escarmiento del pueblo; a un mafioso corrupto como Carlos Saúl Menem, nacido en 1930, y dos veces presidente de los argentinos  y esta bailarina de cuarta categoría devenida en la primera presidenta mujer de Argentina?

Como la canción de María Elena Walsh somos del “país de Nomeacuerdo”, con “un enano fascista enquistado en el corazón” y así nos va.

La ahora llamada “Señora” en el Madrid del nuevo siglo vivió hasta 1934, en La Rioja con sus padres, María Josefa Cartas y Carmelo Martínez, hasta que se mudaron a Buenos Aires y asumió el sobrenombre de Isabel Zoila, la mujer que se encargaría de criarla.

Dicen algunos biógrafos que estudió danzas en el conservatorio del teatro Cervantes y que esos estudios dieron origen a su vocacion de bailarina. En 1954, se unió a una compañía de teatro que la llevó a realizar sus primeras giras y a integrarse al ballet del empresario español Faustino García como una de las “bailaoras”. Como “bailaora” llegó a Panamá en 1955, y conoció a Juan Domingo Perón.

El 5 de enero de 1960, se convirtió en la tercera esposa del general Perón.

Según la biografía de la historiadora María Sáenz Quesada, hay varias versiones sobre cómo conoció a Perón. Mito o realidad, habladurías o historia real la cuestión es que el general Perón y ella se fueron a Venezuela y más tarde a República Dominicana, gobernada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo. En 1960, llegaron a Madrid, y con idas y vueltas esta ciudad albergó a Isabel durante sus últimos años de autoimpuesto silencio.

Desde Puerta de Hierro

Como esposa y compañera del ex presidente en el exilio quedó encargada de las gestiones para concretar la vuelta del líder justicialista.

En uno de esos viajes conoció a López Rega, con quien volvió a la Argentina en 1971convertido en su secretario personal.

La historiadora Sáenz Quesada recuerda en su biografía que allí comenzaron también los más diversos rumores: “Desde los supuestos escarceos amorosos entre ambos ante la indiferencia de Perón, a los rituales esotéricos y los rumores sobre maltratos físicos de López Rega a una Isabel ya viuda”.

Ella integró la comitiva del regreso que en junio de 1973 terminó en el trágico enfrentamiento de Ezeiza.

El 12 de octubre de ese año, integró la fórmula con Peron y asumió como vicepresidenta.

Al morir Perón el 1° de julio de 1974, quedó como presidenta de los argentinos y Jose López Rega fue su asesor exclusivo, hasta que el escándalo de la Triple A lo obligó a salir del país.

Tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976, fue depuesta por la junta militar encabezada por Jorge Rafael Videla, dando origen al Proceso de Reorganización Nacional. Fue detenida y trasladada a la residencia El Messidor, en Neuquén y en 1981al ser liberada regresó a Madrid donde se diluyó, guardando un bajo perfil.

El Brujo José López Rega

Tomás Eloy Martínez, en “La novela de Perón” lo describe con ribetes siniestros.

A la muerte de Perón se convirtió en el Secretario de Estado de María Estela Martínez de Perón hasta 1975.

Conocido como el Brujo nació en Buenos Aires, el 17 de octubre de 1916 y murió el 9 de junio de 1989. Como ministro de Bienestar Social, promovió una política conservadora y organizó la Alianza Anticomunista Argentina. Era un grupo terrorista de ultraderecha que practicó asesinatos selectivos para combatir la influencia del ala izquierda del peronismo y de organizaciones marxistas.

“En los meses de la presidencia de María Estela Martínez de Perón, el control de López Rega sobre los faraónicos presupuestos le permitió armar generosamente a la Triple A, que en ese período llevó a cabo cientos de secuestros, asesinatos y otros atentados, en ocasiones contra figuras del mismo gobierno peronista, como el diputado Rodolfo Ortega Peña, decano de la facultad de Filosofia y Letras”.

 Su proyecto era aniquilar la izquierda nacional razón por la cual intervino educación, la Universidad de Buenos Aires a y encomendó  al ministro de educacion y al rector de la UNBA la depuración ideológica del cuerpo docente y de la población estudiantil; cesó al cuerpo de los docentes considerados de izquierda e infiltró los cuerpos estudiantiles por informantes que respondían a la Triple A. La Triple A por ejemplo asesino a tiros al ex rector de la UNBA, Dr Ricieri Frondizi hermano de un expresidente de la nación, al padre Mujica en una villa miseria de El Retiro donde ejercía tareas de líder comunitario.

El 11 d e julio de 1975, despues de una masiva huelga general, los sindicalistas exigieron su renuncia. Isabel para salvarlo lo nombró embajador extraordinario en España. Ocho días más tarde, al desmontar la sede de López Rega en el Ministerio de Bienestar Social descubrieron un arsenal de armas de guerra, incluyendo ametralladoras, granadas y fusiles de francotirador. El escándalo lo implicó, así como a Isabel, en acusaciones de corrupción por malversar fondos del gobierno.

En 1986, intentó renovar su pasaporte y fue extraditado a la Argentina, donde el gobierno de Raúl Alfonsín lo acusó por corrupción y terrorismo. Mientras tanto la CONADEP había probado la intervención de la Triple A en 19 homicidios en 1973, 50 en 1974 y 359 en 1975; se sospechaba además de su participación en centenares de otros. Preso y en espera de sentencia, murió en Buenos Aires a los 73 años.

La triple AAA

Como ministro de Bienestar Social y secretario personal, José López Rega, ejerció una influencia abrumadora sobre Isabel. Sin escrúpulos desvió fondos públicos para el financiamiento de una banda paramilitar que emprendió acciones de hostigamiento a figuras destacadas de la izquierda que acabarían en atentados, secuestros, torturas y asesinatos. El control autoritario desde el estado se tradujo en la intervencion de varias provincias disidentes, universidades, sindicatos, los canales de televisión privados, y reforzando la censura contra diarios y revistas.

El Rodrigazo

El genocidio neoliberal

En junio de 1975, el nuevo ministro de Economía, Celestino Rodrigo, auspiciado por López Rega, aplicó una violenta devaluación de la moneda acompañada de aumentos de tarifas; el llamado Rodrigazo, era parte del plan de López Rega para debilitar las presiones sindicales a través del desprestigio de sus principales operadores.

Sin embargo los sindicatos resistieron y se produjo la primera huelga general contra un gobierno peronista.

La actividad incontrolable de los Montoneros, del Ejército Revolucionario del Pueblo y de la extrema derecha, llevó a Isabel Martínez a designar a l general Jorge Rafael Videla al frente del ejército. Decidió recurrir a la fuerza militar y firmó en 1975, el decreto que dió inicio al Operativo Independencia, que autorizó la intervención de las fuerzas armadas en la provincia de Tucumán. Con este operativo se inició la guerra sucia y fue el preámbulo para el genocidio que viviríamos los argentinos desde 1976 hasta 1983.

Fuentes consultadas en Internet “http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Designado_Secretario_de_Estado_Jos%C3%A9_L%C3%B3pez_Rega%2C_1_de_julio_de_1974”
http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Jos%C3%A9_L%C3%B3pez_Rega
http://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Jos%C3%A9_L%C3%B3pez_Regahttp://www.terrorfileonline.org/es/index.php/Mar%C3%ADa_Estela_Mart%C3%ADnez_de_Per%C3%B3n