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Los haitianos residentes en el llamado Pequeño Haití en la zona del Mercado Modelo de San Carlos, desarrollan sus actividades con absoluta normalidad porque no son molestados por las redadas de la Dirección de Migración, puesto que dicen son legales.
Muchos haitianos que fueron entrevistados afirman que la mayoría de los que residen en el Pequeño Haití son legales con 20 y hasta 30 años, que diariamente realizan diferentes tipos de trabajo en los establecimientos comerciales que operan en el lugar.
Muchos viven en comunidades apartadas de la Capital, como San Cristóbal, pero todos los días, incluidos los feriados como ayer, acuden a las proximidades del Mercado Modelo a realizar sus labores habituales.
Es el caso del haitiano Hipólito Luis Morillo Cuevas, quien dice que vino al país desde Haití a los ocho años de edad.
Tiene unos 40 años residiendo en República Dominicana. Trabaja cargando los camiones que vienen del vecino país a comprar diversos productos.
Un gran número de haitianos labora en almacenes, colmados, tiendas de ventas de ropas y zapatos y venta de flores propiedad de dominicanos que operan sus negocios en las cercanías del Mercado Modelo.
Leoncio Domínguez, quien es dominicano, convive entre haitianos y vive de la carga y descarga de camiones que vienen de Puerto Príncipe a abastecerse en el Mercado Modelo.
La mayoría de esos camiones llega siempre entre viernes y sábado, para partir de vuelta a su país el domingo en horas de la mañana o en la tarde.
Una parte importante de los haitianos que habitualmente acuden a la zona del Pequeño Haití ofrecen sus servicios para ayudar a descargar o cargar los camiones que vienen a abastecerse de comestibles como arenque, bacalao, huevos y productos como parafina para la fabricación de velas; cloro, pimienta, perfumadores ambientales, detergentes, papel higiénico y artículos plásticos como cubetas, poncheras, sillas y otros artículos.
Muchos de esos productos son demandados en el mercado haitiano, especialmente después del terremoto que el 12 de enero del año pasado devastó Puerto Príncipe, la capital del país, y otras ciudades, provocando más de 250 mil muertes y miles de heridos.
Ante las redadas, los haitianos que laboran en el Pequeño Haití, desenvuelven sus labores sin molestias debido a que la mayoría tiene sus papeles al día y por eso no hay temor.
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Redadas
En las últimas dos semanas la Dirección General de Migración auxiliada por el Ejército y la Policía, inició redadas en diferentes lugares del país para deportar a los haitianos ilegales al país. Entre otras razones, se busca que no propaguen la epidemia de cólera que afecta al vecino país y que ha cobrado la vida a casi tres mil personas. Las redadas han sido en el norte, cercanas a la frontera, en terminales de autobuses y otros lugares.
