En los sectores El Portal y Atala, del kilómetro 6 1/2 de la Carretera Sánchez, los delincuentes no tienen compasión de las madres con recién nacidos ni de las que llevan a sus niños al colegio, ya que las amenazan a punta de pistola. Durante un recorrido por este sector capitalino, los residentes denunciaron que la delincuencia es devastadora y que el patrullaje policial es prácticamente inexistente.

Enilda Robles explicó que los asaltos y atracos ocurren a toda hora del día y la noche. Se queja porque no puede sentarse en la galería de su casa, por temor.
Dijo que a través de las verjas los asaltantes los amenazan con pistolas y les piden los celulares.

También en la madrugada se han metido dos veces a su salón. Contó que el último fue hace tres meses que entraron y le robaron muchos productos que todavía está pagando. “Una deuda enorme; trabajar el año entero para pagarlo. Aquí no se puede salir, el problema es grave”, dijo.

Destacamento. Robles se queja de que a pesar de vivir a cuatro esquinas del destacamento policial, las autoridades se hacen de la vista gorda. “Lo único que se puede hacer es agarrarse del Todopoderoso y estar a cuatro ojos”.

Aseguró que no se puede caminar solo por las calles San Juan Bautista y El Portal, porque son muy solitarias y los asaltantes andan en sus aguas a toda hora.

Colmadero. De su lado, Rafael García corrobora la versión de Robles y agrega que “la delincuencia está en su buena” en este sector.

García, quien atiende el colmado de su hermano, contó que hace un mes un hombre en una motocicleta los asaltó y les llevó 4,000 pesos y mercancía. “Ese mismo hombre, ese día asaltó una banca y dos colmados más y la Policía no hizo nada”, sostuvo.

Dijo sentir mucha indignación porque cuando fue a poner la denuncia a Plan Piloto duró una hora para que lo atendieran, porque no habían policías y hasta la fecha todavía no han pasado por el colmado a tomarle su declaración.

Sobre el patrullaje indicó que a veces es que pasan, porque “se hacen de la vista gorda”. Tampoco ha sentido el nuevo patrullaje que puso en marcha la Policía Nacional.

Verjas. Mientras Rafael González, quien trabaja en un colmado en la calle San Juan Bautista, manifestó que a las 7:00 de la tarde cierran las rejas porque a partir de esa hora empiezan los atracos.

Indicó que tiene en el colmado un mes y antes de que él llegara habían atracado este negocio dos veces. “Es la misma persona en un motor que anda atracando, y en la zona”.

Urbanización Atala. También Daniela González dijo sentirse insegura porque aunque a ella no le ha tocado, a sus vecinos sí los han atracado.

“En horas de la mañana cuando se van a su trabajo o cuando se bajan de sus vehículos para entrar a sus casas a mis vecinos les han quitado la cartera, celulares”, explicó la dama, quien reside en la urbanización Atala.

González sostuvo que como medida de seguridad acostumbra no salir a ciertas horas del día y no anda sola. Manifestó que el patrullaje no se siente en el mencionado sector.