El Partido Revolucionario Dominicano celebró los días 2 y 3 del presente mes de  agosto su esperado seminario con el objeto de evaluar el pasado proceso electoral, echar una mirada hacia adentro de la organización para discutir sus fortalezas y debilidades, y definir la estrategia a seguir en su relación con la sociedad civil.

Se trató de un proceso  sumamente interesante, que se inició con la consulta a toda la dirigencia media del país sobre los temas fundamentales, la cual sirvió de guía para las interesantes discusiones que se suscitaron en el transcurso del seminario, donde participaron casi a unanimidad los miembros de la Comisión Política del PRD.

De allí surgieron propuestas de gran trascendencia para el futuro de la organización, como la que postula por una modificación estatutaria para que el Partido asuma el control de las campañas electorales, y sea el responsable de la elaboración de los programas y planes de gobierno nacional y municipales, en coordinación con los candidatos respectivos, y en sintonía con la ideología socialista democrática y de su base programática.

Para sustentarla se argumentó que es el Partido  que se compromete ante la sociedad,  que traza los objetivos a alcanzar de acuerdo con su ideología y, por tanto, todos los candidatos tienen que actuar en consonancia  con los lineamientos fundamentales de la organización.

En las discusiones obtuvo una alta valoración el crecimiento del PRD en el pasado proceso electoral, a pesar de los limitados recursos con que operó y de la gran ofensiva y derroche de recursos del Gobierno y su candidato. Se reconoció que a ese crecimiento contribuyó la gran unidad en el seno del Partido durante la campaña, no obstante la descoordinación que se observó a diferentes niveles en la ejecución de los trabajos de campaña.

Una propuesta que suscitó gran simpatía y respaldo fue que nunca jamás se ignore o minimicen los símbolos del Partido en las campañas electorales, tomando en cuenta el gran repunte que alcanzó la candidatura cuando la maquinaria decidió salir resueltamente a las calles, junto a su mística, su historia, sus símbolos, y su compromiso inquebrantable de luchar por el desarrollo y bienestar de todos los dominicanos. Además la propuesta del  Plan de Nación, con una plataforma de desarrollo económico-social compatible con el paradigma de desarrollo humano,  con la iniciativa de que el PRD promueva una amplia discusión en el seno de las organizaciones y  líderes del país.