En el umbral de un merecido triunfo

En el umbral de un merecido triunfo

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Cuando se discutió y aprobó el Convenio Internacional del Cacao, en el 2001 en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, la República Dominicana no estaba en condición de solicitar o demostrar que en el Anexo C de dicho Convenio se incluyera su nombre como «país productor que exporta exclusiva o parcialmente cacao fino o de aroma», lista que sólo contiene 17 países y cuyos líderes principales son: Ecuador, Indonesia, Papua Nueva Guinea, Sao Tomé & Príncipe, Trinidad y Tobago, Jamaica y Venezuela.

Los que están imbuidos en el mundo del cacao, sea desde el punto de vista de producción, comercialización o industrialización, saben bien que la denominación «cacao fino o de aroma» aporta una calidad solamente originada en un reducido número de países productores y que, por lo tanto, el precio es mayor que un cacao ordinario, no obstante el mismo sea fermentado u orgánico. Es por esto que nuestro país productor parcial de cacao fino o de aroma, solicitó en la Organización Internacional del Cacao (IICO), en el mes de septiembre de 2005, que se le otorgara esa condición. Para tales fines, presentó un voluminoso expediente, en el cual se demostraba fehacientemente que se reunían las especificaciones demandadas para obtener dicha calificación.

En cada reunión del Consejo Internacional del Cacao, la delegación dominicana ha persistido en su demanda. De su parte, la IICO ha fijado como condición sine qua non que en el panel ad hoc para la Revisión del Anexo C de conformidad con el Artículo 46 del Convenio 2001, sobre Cacao Fino o de Aroma, a celebrarse en Londres, Reino Unido, el 21 de enero de 2008, nuestro país presente pruebas ampliatorias para tratar de convencer a los miembros del panel, que será presidido por Edgard S. Seguine, de Guittard Chocolate Co., de los Estados Unidos de América, que todos los requisitos, condiciones y comprobantes han sido debidamente instrumentados. Así como hay países que se excluirán del Anexo C, otros con grandes posibilidades de ser aceptados lo componen los sudamericanos Brasil y Perú.

Nuestra delegación, en la que hay que destacar el rol desempeñado por el licenciado Idelfonso Medina, representante alterno, en la reunión 133ava. del Comité Ejecutivo, en el tema correspondiente a cacao fino y de aroma, hizo una pequeña intervención para recalcar que habíamos presentado el estudio de parámetros físicos, químicos y organolépticos, con la finalidad de demostrar en el mes de enero de 2008 que somos merecedores de tal calificación. A tal efecto, nos proponemos aportar pruebas adicionales y también conformar una delegación en la cual el Gobierno Dominicano solicite formalmente su inclusión en el Anexo C del Convenio Internacional del Cacao, 2001. En esta ocasión fue de nuestro agrado escuchar cómo el portavoz de los productores, el señor Saint Cyr Djikalou, estuvo de acuerdo con nuestra intervención. Asimismo, se mostró favorable a nuestra inclusión, el vocero de los consumidores, Hagen Strichker, y el representante del Ecuador, ingeniero Askley Delgado. Cabe señalar que éste último, además de delegado de ese país sudamericano, es el presidente del Consejo Internacional del Cacao de la IICO.

Se afirma, y podemos asegurar que es cierto, que los acuerdos más difíciles se logran, no en el hemiciclo de las discusiones, foro obligado de las mismas, sino en las denominadas «pausa para cacao o café». Es decir, que convencer a un representante o delegado de otro país de algo que interesa se comienza a forjar en los pasillos, tratando de persuadir a ese delegado o representante de la veracidad o necesidad de que tal proposición cuente con su apoyo positivo. En tal sentido, nos hemos constituido en cabilderos de nuestra propia causa con resultados muy encomiables.

Desde hace tiempo, en la Comisión Nacional del Cacao no encontramos enfrascados en buscar todos aquellos elementos que nos pudiesen favorecer cuando se discuta formalmente en enero de 2008 nuestra candidatura a la inclusión en el Anexo C del Convenio de 2001 y tratar de cumplir con los requisitos que se pueden resumir en: «realizar ensayos de fermentación, análisis químicos, preparación de licor de cacao, evaluación organoléptica, perfilado de ADN y análisis de imágenes espectrales, así como el análisis e interpretación de los resultados obtenidos». No obstante todas las manifestaciones favorables como las que hemos descrito, nos aprestamos a presentar otro legajo de documentos que avalen definitivamente nuestra solicitud.

Enero de 2008 será un mes pleno de actividades cacaoteras. Del 10 al 11 se reunirá el Grupo de Negociación del nuevo Convenio Internacional del Cacao en Londres. El 14 la Junta Consultiva sobre la Economía Cacaotera Mundial. Al otro día, es decir el 15, se reunirá el Comité Ejecutivo. Una reunión de vital importancia para el cacao la constituirá la Conferencia Internacional sobre «Cacao y Chocolate: Alimentos para la buena salud» que se llevará a cabo el día 16. Del 17 al 18 habrá un Consejo Extraordinario para terminar el 21 con el panel ad hoc sobre Cacao fino o de aroma.

El cacao, para orgullo de los más de 38,000 cosecheros, ha sido declarado Producto Marca País, debido al auge y al desarrollo que ha experimentado en los últimos años con el esfuerzo mancomunado de la Secretaría de Estado de Agricultura, su Departamento de Cacao y la Comisión Nacional del Cacao. Debemos también realzar el trabajo que realiza el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) desde el punto de vista investigativo, en la finca experimental de Mata Larga. A todos los que han confiado en nosotros, estamos seguros que no los defraudaremos, y a partir de enero 2008 seremos un país incluido en el Anexo C del Convenio 2001, como productor parcial de cacao fino o de aroma.

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