Santiago. Son tan extremas las precariedades del  hospital docente del Seguro de los Maestros (Semma) que en emergencia no hay  guantes,  jeringas, analgésicos ni antibióticos para atender a los pacientes, denunciaron los doctores   Edward Martínez y Nelson Pérez, quienes laboran  en ese centro.

Pero si eso es grave, peor aún  es que la situación se registra desde hace varios meses, según las informaciones de los  médicos.

Se supo que las precariedades se deben a que la ARS Semma no le paga a los suplidores. No fue posible saber el monto de lo adeudado.

“En algunas ocasiones los pacientes se ponen agresivos cuando no ven que se les atiende,  pero es que no  tenemos  materiales gastables como guantes, y  si viene un paciente a emergencia no sabemos cómo está ese paciente para recibirlo y atenderlo”, dijo  Martínez.

El personal de  enfermería consultado por HOY afirmó que lo que se ve en las noches es horrible, por lo que se sienten impotentes ante tanta precariedad.

A los pacientes, en la mayoría de los casos, no les queda más remedio que comprar los medicamentos que necesitan, pese a sus limitaciones económicas, explicaron.

“No tenemos  antibióticos  ya que se  utilizan para diferentes infecciones y no podemos elegir porque solo hay tres. Tampoco hay analgésicos, tampoco  hay  tubos  para tomar muestras, y una simple  jeringa, que se supone es lo primero que debe tener un centro de salud, no lo hay”, manifestó el doctor   Pérez.

Un viejo problema.  Los médicos aseguraron que el problema que plantean es viejo,  pero que en las últimas semanas se ha agudizado de forma crítica.

Además, expresaron que  lo que se percibe es que no  va a haber   solución, ya que no hay  una persona competente que de la cara, ya que la dirección del Semma depende  de lo que diga Semma-Santo Domingo.

Testimonios.  Luz Minier, una asegurada del Semma, expresó que  este es el peor momento del seguro de los maestros,  ya que nunca la habían tratado con tantas trabas como ahora.

“Yo he tenido que comprar de todo para que mi pariente pueda recibir atención aquí. Estoy muy indignada con esta situación porque se supone que el seguro es para ofrecer  todos los cuidados, pero me siento  impotente”.

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Los inconvenientes

Por los pasillos del Semma se ven los pacientes pobres, a veces desesperados, porque no tienen dinero para comprar los medicamentos.

 Un familiar

Ana Peralta, familiar de un paciente,  se quejó de la falta de medicamentos y observó que su marido tiene una semana en intensivo y que a diario tiene que buscar dinero para las medicinas.