En Embajada de Francia y Alianza Francesa: Pinturas de Magno Laracuente y fotografías de GRUFOS

En Embajada de Francia y Alianza Francesa: Pinturas de Magno Laracuente y fotografías de GRUFOS

POR MARIANNE DE TOLENTINO
“Honestidad”: Individual de Magno Laracuente

Hacía falta una exposición de Magno Laracuente, cuya pintura es definitivamente personal y siempre sorprendente. Obviamente expone con parsimonia y solamente cuando él estima que algo nuevo va a decir pictóricamente.

Su participación en la Bienal había intrigado por el tratamiento del color, la superposición de elementos y la atmósfera envolvente de un paisaje insólito, aunque “muy laracuente”.

La muestra, que presenta ahora en la Embajada de Francia, desplegada en las tres salas de exposiciones, es concluyente y coherente, en estilo y originalidad, con una preferencia por el muy buen oficio y la sinceridad expresiva. Como suele suceder –aunque ha habido excepciones discordantes- hay una afinidad por contraste, muy gratificante entre las obras y los pedregosos muros seculares.

El título, “Honestidad”, parece tan llano y apegado a una calificación socio-económica, a tono con las preocupaciones periodísticas y ciudadanas actuales, que quien desconoce al artista, podría pensar en una figuración crítica. Y no lo es, aunque la declaración de principios de Magno Laracuente, implica una actitud crítica y exigente ante si mismo: “Cada uno de los lienzos de esta exposición es un ente que ha sido gestado en la fecundidad de un sentimiento honesto.”

Por cierto, las palabras, si no sobran, no pueden desviar la atención de los cuadros. Sin embargo, esa insistencia del artista en el aspecto ético invita a la interpretación. Ajeno a las rupturas de la contemporaneidad, fiel a la “pintura-pintura”, enamorado de la nobleza del óleo, Magno defiende la preservación, no tanto de códigos tradicionales –no los sigue en lo temático– pero sí de la bella materia, de la ejecución minuciosa, del refinamiento personal.

Ahora bien, tal vez, porque ha vivido y pintado mucho tiempo en los Estados Unidos, percibimos en sus telas, la simbiosis de una factura –heredada de los clásicos, y de una ideología inspiradora que asocia la conquista del espacio, las comunicaciones extraterrestres, hasta la luminosidad del láser y la holografía, traducidas a la pintura. La fascinación por el cielo y las alturas siderales, es legible en sus paisajes surreales, verdaderos estudios ópticos de las tonalidades, en auroras y crepúsculos, que nos sitúan, sino más allá del sistema solar, a distancia de nuestro planeta y sus relaciones espacio-tiempo.

En esta cosmogonía personal, el espacio adquiere una importancia esencial, en concepto y proporciones, y lo desconocido se convierte en el soporte de la pintura. No hay representaciones literales, ni referencias a contextos determinados, a pesar de que el lienzo seleccionado en la Bienal y colocado aquí en un panel preferencial, intentaba acercarse a una propuesta paisajística tropical.

Estamos inmersos en el cosmos –¡la investigación actual en base a los polvos astrales, traídos por una sonda interrespacial “mágica”, debe apasionar a Magno!–, atravesamos paisajes ignotos, el sentido transcendental predomina. La pintura de Magno Laracuente nunca ha dejado de plantear interrogantes, cada vez más apremiantes, en razón del derrotero cuestionable de la humanidad. No sabemos si sus pocas alegorías de la multitud y las criaturas huyen ante una amenaza apocalíptica o aguardan consciente y voluntariamente  un  tal vez salvador encuentro del tercer o cuarto tipo…

Nubes, tierra, agua, luz, sombra, siguen sin embargo identificables, aunque formas y colores –de sutil armonía– sugieren una mutación o una transición hacia otros complejos fenómenos geológicos. No cabe duda, la libertad de las formas se alía con la soberanía del color, según lo afirma el propio pintor. El equilibrio visual nunca se pierde en la obra de Magno Laracuente. De la fecundidad de un sentimiento honesto, que aleja la noción común de perspectiva y horizonte, surgió una exposición de pintura, hermosa y diferente.

Visiones del Carnaval de Santiago y 15 fotógrafos en la Alianza Francesa

La Alianza Francesa es no solamente una excelente escuela de francés, sino también un centro cultural activo. Todo parece señalar que, este año, la programación de cultura incrementará su dinamismo artístico. Recordábamos con alguna nostalgia las exposiciones que otrora se montaban en la sala, frente a la entrada, pero la instalación de una emisora radial, “RFI”, por cierto de mucho nivel, restó espacio al área de exposiciones.

Ahora, la galería de la Alianza, como la llamaban, tiene una forma de L, y la presente exposición colectiva de fotografía demuestra que todavía puede albergar muestras de arte. Estas “Visiones del Carnaval de Santiago” están instaladas cómodamente y llaman la atención del público estudiantil que, entre los cursos, les gira una visita. ¿Por qué el Carnaval de Santiago? Véronique Gervais, directora de la Alianza, responde inmediatamente: “Es que la organicé con mucho placer, de Santiago vengo.”

Además, Santiago es la cuna de la fotografía dominicana, del primer colectivo fotográfico nacional “Jueves 68” –que llegó a exponer en París–, de dos grandes líderes de arte del lente, el inolvidable Wifredo García y el maestro Domingo Batista. Expone hoy en la Alianza Francesa el Grupo Fotográfico de Santiago, GRUFOS, que desde 1997 ha presentado siete exposiciones sobre el tema. El texto de introducción precisa: “El grupo no sólo se ha limitado a grabar con la luz el Carnaval de su ciudad, sino que ha recorrido todos estos años varios pueblos y ciudades de la región del Cibao y del país, recogiendo gráficos figurativos y abstractos de los personajes, así como detalles de los diferentes disfraces, caretas y grupos que se han incorporado a esta manifestación.” Interesante sería observar la evolución –rápida– del carnaval a través de esa simbiosis de documentación y arte que realiza GRUFOS.

La Exposición

Desde la primera mirada, el espectador está seducido por fotografías que no poseen otra escenografía que el passe-partout y no necesitan más. El Carnaval desfila por segunda vez… en imágenes. Sin abigarramiento, el brillo del colorido y el brío de las formas embriagan por sus ritmos y sus acordes, hasta unas bienvenidas disonancias. Y casi escuchamos los sonidos, la música, las canciones carnavalescas. Para este tema la sinestesia se vuelve natural.

No es frecuente que una exposición colectiva tenga unidad dentro de la diversidad. Ciertamente la temática juega su papel unificador, pero hay una mirada, un enfoque, un espíritu. Se siente que los fotógrafos han disfrutado intensamente el “acto de retratar”, quedándonos en el tema, estamos casi en presencia de una “comparsa fotográfica”. !El colorido es magnífico, el (buen) humor reina, el disfraz nunca eclipsa el aspecto humano de los personajes, cuando no lo fortalece.

Pensamos especialmente en la Vieja Belén de Cesar Payamps, en el espléndido Diablo de Leandro Montes, en el chico azul… sobre azul celeste de Amaury Suárez, en las hermosas piernas y el zapato que molesta por Manuel Félix, en  las fantasías europeizantes de Abraham Khouri y por supuesto en los “Enlodaos” de Fausto Ortiz, ya emblemáticos de su autor. Unos se fijan en el detalle como Félix Sepúlveda, otros hacen un verdadero retrato, cabeza de Ricardo Batista u Octavio Madera y su Indio americano,  La pintura corporal triunfa, así en el Africano de Vinicio Almonte. En fin, habría que citar prácticamente todas las obras –con algunas excepciones por el encuadre discutible–.

Las lecciones de Wifredo no se han perdido, y recordamos, en esta exposición, los tres sentidos y niveles de lectura que él señalaba: el sentido literal y anecdótico, el sentido psicológico y emocional, el sentido formal –composición, encuadre, color–. Casi siempre “Visiones del Carnaval de Santiago” favorecen esa triple lectura.

¿Continuará mayormente dedicada a la fotografía la galería de la Alianza Francesa, como lo hizo hace algunos años? Aun en “L” y más pequeña, la sala se presta para esta categoría artística.

Datos

Los expositores: Vinicio Almonte, Ricardo Batista, Félix Sepúlveda, César Payamps, Luis Veras, Abraham Khouri, Octavio Madera, Ray Víctor, Fausto Ortiz, Gilberto Gil, Pedro Martínez, Amaury Suárez, Leandro Montes, Ramón Marrero.

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