En época de crisis: ¡“mens sana in corpore sano”!

En época de crisis: ¡“mens sana in corpore sano”!

Las épocas de adversidad, que nos someten a un mayor desgaste físico y emocional, es precisamente cuando más tenemos que recordar y aplicar esta milenaria norma: “mens sana in corpore sano” . Algunas estrategias sencillas para garantizar el bienestar en estos tiempos.

Problemas para dormir, taquicardias, malas digestiones, kilos de más, ansiedad y nerviosismo, sensación de malestar… Durante las etapas de crisis continuada, nuestro organismo sufre más de lo habitual y “se queja” a través de éstos y otros síntomas y trastornos de salud.

Numerosos estudios médicos documentan la relación entre las épocas de recesión, crisis económica y problemas laborales, con un aumento -del riesgo o la incidencia- del consumo de alcohol, tabaco y sustancias adictivas.

También existe un incremento de los trastornos cardiovasculares, el insomnio, la obesidad y los desórdenes psicosomáticos  (hormigueos, mareos), así como el empeoramiento de la dieta, la vida sexual y la salud dental, entre otros efectos.

¡Razones más que suficientes para reforzar el cuidado de nuestra salud!

“La crisis afecta no sólo a quienes la están sufriendo, sino que además incide en las personas ansiosas de tipo obsesivo, generándoles una preocupación continua, aunque tengan una buena situación”, ha señalado el doctor Antonio Arumí,  de la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), durante la celebración del Día Mundial Salud Mental (www.asepp.es).

Según Arumí, a estas personas de perfil obsesivo, la angustia de lo que ocurre a su alrededor y la incertidumbre sobre el futuro les produce un estado de ansiedad que debe ser tratado.

Para evitar esta situación, desde ASEPP sugieren “equilibrar  la vida personal y laboral, mantener una alimentación equilibrada y sana, practicar un actividad deportiva de forma regular, realizar actividades que nos motiven en nuestro tiempo libre, tener una vida familiar estable y armónica y una vida social rica y estimulante, así como evitar el consumo de sustancias tóxicas”.

“Las situaciones de estrés continuado no sólo afectan al cerebro, sino también a zonas inflamatorias de cualquier órgano del cuerpo”, de acuerdo al psiquiatra José Antonio López Rodríguez, de ASEPP, quien destaca la estrecha conexión que existe entre la salud mental y la salud física, por lo que, “en muchos casos, tratando la primera, se puede resolver la segunda”.

Para López Rodríguez  existe una “clara relación entre situaciones de estrés y depresión con  las patologías de miocardio, ya que las personas con cualquiera de estos trastornos psíquicos tienen una mayor tendencia a sufrir un infarto, y a la inversa, quienes tienen problemas de corazón corren más riesgo de sufrir depresión”.

Estrategias para levantarse tras caer.  Está comprobado que las situaciones de penuria económica son malas para el estado mental y físico pero, según la psicóloga e investigadora Deborah Rozman, del Instituto HeartMath  (www.heartmath.com)  de Boulder Creek, California (EE.UU.), hay algunas estrategias sencillas que ayudan a mantener la calma y seguir adelante, reduciendo el estrés y mejorando la salud.

Según ha explicado Rozman al ‘HealthDay Reporter’, practicar la gratitud  es más sencillo de lo que parece y hay que agradecer si se tiene un trabajo,  ya que “ayuda a que el corazón siga abierto y a conectarse con sentimientos de esperanza, al igual que al hacer un voluntariado o realizar una labor altruista”. También aconseja reducir el denominado “drama vital”, ya que la gente que ha sido despedida o teme perder su trabajo suele limitarse a quejarse, lo que sólo agrega estrés y dramatismo a su situación y empeora las cosas.

Para Rozman, lo realmente dramático “es potenciar nuestra ira, ansiedad o miedo, por lo que si nos descubrimos a nosotros mismos manteniendo conversaciones autocompasivas, quejándonos y refiriéndonos a lo mala que es la situación, hay que intentar cambiar el tema o el tono de la charla, y centrarse en cómo mejorar. 

ZOOM
Cero noticias depresivas

 La experta recomienda controlar y limitar la cantidad de noticias que vemos y decidir cuántas podemos recibir para mantenernos informados sin deprimirnos, ya que es probable que los medios de comunicación difundan mucha información negativa sobre la economía y la crisis.

Rozman también señala que comparar el presente con el pasado es natural pero deprimente, por lo que en lugar de caer en estas comparaciones “es preferible darse tiempo para sanarse psicológica y emocionalmente después  de perder un trabajo o cualquier otra adversidad importante y, después, seguir adelante”

 

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