MADRID (AP).- Decenas de miles de manifestantes que pedían la paz marcharon el sábado por las calles de Madrid para condenar un ataque dinamitero de la proscrita banda armada vasca ETA en el aeropuerto de Barajas.

La principal avenida de la capital, que va con dirección norte-sur, era un mar de personas y familias enteras salieron a manifestar por las calles en la tarde templada. Los manifestantes llevaban carteles con el símbolo de una paloma blanca y tenían pegadas etiquetas con la palabra «paz»».

La movilización fue convocada por el sindicato socialista UGT, el comunista Comisiones Obreras y varias organizaciones de inmigrantes ecuatorianos, además de ser apoyada por otras organizaciones no gubernamentales para protestar por el ataque de ETA con un vehículo repleto de explosivos en el madrileño aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre, en el que murieron dos inmigrantes ecuatorianos y otras 26 personas resultaron heridas.

La detonación acabó con una tregua de nueve meses, aunque el grupo armado insistió esta semana que el alto del fuego sigue vigente y que no deseaba causar muertos, además de culpar al gobierno y la policía por no haber desalojado a tiempo la torre de estacionamiento. Para entonces, el gobierno había dado por liquidado el diálogo político con la banda.

Fue el primer ataque letal de ETA desde mayo del 2003.

«Estoy enfadado con ETA. El ataque solo muestra que es una banda de locos»», expresó Alejandro Zarzalejos, un profesor de inglés de 41 años que participó en la marcha junto a sus dos hijos y a su esposa.

Dijo que tuvo optimismo sobre el proceso de paz hasta el atentado. «No tengo idea de lo que quieren lograr con esto»».

José Gómez del Pulgar, un trabajador ferroviario jubilado de 85 años, manifestó que el ataque lo sorprendió y conmocionó, pero indicó que era sólo un contratiempo en el proceso de paz.

Admitió, sin embargo, que fue un revés para los esfuerzos del presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero de negociar con ETA.

La movilización fue boicoteada por el opositor Partido Popular, que se quejó de que el lema no reflejaba la posición de los conservadores opuesta al diálogo con ETA y en favor de aplastarla con medidas policiales y judiciales a los etarras.

El líder del PP, Mariano Rajoy, expresó que sus afiliados asistirían a la marcha «solo si es para derrotar a ETA, si excluye la negociación y si su objetivo es la recuperación de la libertad»».

Una asociación de víctimas de ETA boicoteó la marcha por la misma razón.

El lema de la movilización, era «Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo»». La palabra «libertad»» fue agregada al lema de la protesta a último minuto, una demanda del Partido Popular.

El portavoz de los socialistas, José Blanco, indicó que el PP ha participado en marchas de oposición a ETA en el último año, mientras el gobierno vigilaba la tregua y anunciaba sus planes de negociar.

Las discrepancias reflejan las divisiones que existen entre el gobierno socialista, que desearía terminar con décadas del conflicto vasco negociando políticamente con ETA, y los conservadores, que han rechazado la idea al considerar que no se puede negociar ni confiar con un grupo considerado terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.

En la ciudad vasca de Bilbao se realizó otra marcha.