Encontrándome la semana pasada en España, pude enterarme de hechos y situaciones muy similares a las que suceden en nuestro país, guardando la distancia debido al tamaño, población, desarrollo industrial, turismo y cultura, de la antigua Madre Patria y de nuestra nación, pero a la postre este estudio comparativo es bastante cercano a la realidad.

El antiguo presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol y su hijo Jordi Pujol Ferrasola, están acusados de defraudar al fisco con una suma aproximada a los 1,800 millones de euros. Para sacar esa enorme cantidad de dinero se valieron, el primero de su amante, María José Bargalló, y el segundo de su novia Victoria Álvarez Martín. Ambas los denunciaron y declararon que sacaban fardos de billetes de euros por la frontera hacia Andorra, desde donde se depositaban en Luxemburgo, Suiza y otros países paraísos fiscales. El padre, al ser interrogado, se negó a contestar diez preguntas puntuales y se limitó a decir que ese dinero lo heredó de su padre, un modesto comerciante que por supuesto, no dejó esa cuantiosa heredad. Debido a su alto rango y su provecta edad, después de aceptada su renuncia, los tribunales de esta región autónoma están inclinados a proceder al archivo de las acusaciones en su contra.

Ser presidente de la Generalitat equivaldría entre nosotros, a presidente de la República –siendo consecuentes– ya que Cataluña tiene una superficie y población menor que la nuestra de 31.100 Km2 y aproximadamente 7 millones de habitantes; sin embargo, tiene un desarrollo industrial, portuario, monumentos históricos, comercial y turismo, que consolidados equivalen más del doble del presupuesto nacional. En nuestro país, el pasado Presidente ha sido acusado por el doctor Guillermo Moreno de varios actos de corrupción y su expediente, en lugar de conocerse ante los tribunales de la República, ha sido archivado por jueces venales, tal y como se pretende hacer con el de Pujol en Barcelona.

Iñaki Undargarin, en su condición de gerente administrador de la sociedad denominada Noo’s, cometió en las Islas Baleares un desfalco de varios millones de euros, los cuales todavía no han podido ser cuantificados. El tribunal que lo juzga, al igual como acontece con el expediente del Senador de San Juan de la Maguana en nuestro país quien –al recusar la acusación de la Procuraduría General de la República– pretende que en su caso existe una persecución política por cuyo motivo ha solicitado que su expediente sea archivado después de habérsele descubierto bienes que no ha podido justificar por más de 3,000 millones de pesos. Somos de opinión, que en ninguno de los dos casos saldrán libre de culpas.

La Infanta Cristina, esposa de Undargarin, que había comprado con su consorte un palacete en Barcelona, fue acusada de complicidad con su marido en el caso Noo’s. Entonces, pretendió desconocer los hechos, acción que ha sido respaldada por el juez que lleva la instrucción. Sin embargo, el fiscal mantiene su acusación y los españoles esperan con impaciencia el desarrollo de este caso que afecta directamente a la familia Real.

En nuestro país se produjo una crisis bancaria de enormes proporciones que se llevó de paro a varios bancos inclusive, al de mayor movimiento denominado Baninter. En España, existe también una situación muy similar. Una prueba de ello es la quiebra de Bankia, entidad formada por la fusión de Caja Madrid con otras seis cajas. Los administradores, gerentes y políticos del Bankia gastaron miles de euros al igual que los administradores, políticos y gerentes del gobierno. En la emisión de tarjetas de crédito a encumbrados políticos del PP, PSOE e IU, con límites de hasta 2,000 euros mensuales, se puso en evidencia el grado de descomposición y de latrocinio que llevó al abismo, a esta una vez pujante empresa de las finanzas.

Al parecer, había dinero en demasía y el Estado español decidió para incrementar el turismo, la construcción de un moderno aeropuerto en Ciudad Real que costó al erario más de 900 millones de euros, el cual todavía no se ha puesto en servicio. Aquí, el Estado dominicano erigió el aeropuerto internacional María Montez en Barahona, a un costo de más de 300 millones de dólares y el mismo, desde su puesta en servicio, solo ha servido para que las aeronaves que venían con ayuda humanitaria para Haití a raíz del terremoto de 2010, descargaran el auxilio por la proximidad con el país vecino y después no ha tenido movimiento alguno.

El Ejército español fue investigado con motivo de un equipamiento militar que compró y en el cual se cree que hay un sobreprecio en la venta. Aquí, no solo en el país, sino en Brasil, Argentina y los Estados Unidos de América, se investiga una suculenta comisión en la compra de ocho aviones Tucanos, involucrando a un militar y un Senador sureño, cuya identidad no ha sido revelada, para no zaherir y levantar falsos testimonios contra ese “honorable legislador”.

Las obras públicas en España han sido objeto de pesquisas pormenorizadas para investigar las fugas y alzas en los presupuestos de las labores contratadas. Aquí, un Ministro de Obras Públicas, desfalcó al país con millones de dólares y su expediente ha sido archivado -creemos de manera provisional- ya que un grupo de profesionales del Derecho ha apelado esta inaceptable y desaforada decisión.

En el mundo diplomático internacional, el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, nombró en España un embajador “Gay”. En contrapartida, en la República Dominicana tenemos también otro “Gay” que inclusive para variar, vino acompañado de su esposo.

Para terminar. Cuando íbamos a partir de Madrid, habíamos alquilado un automóvil que debíamos entregar en el aeropuerto de Barajas. ¡Oh sorpresa! nos lo sustrajeron, causándonos múltiples inconvenientes que por un tris nos hace perder el vuelo hacia Santo Domingo. Este tipo de pillaje también sucede con frecuencia en nuestro territorio.

Por todo lo relatado, concluimos como en la entrega anterior. L. q. q. d.