El cardiólogo Martin Suero Decena exhortó a las personas que se desplazan a playas y balnearios durante esta Semana Santa a ser prudentes en sus movimientos y a evitar la deshidratación y sus consecuencias.
Suero, presidente del capítulo de la provincia Santo Domingo de la Sociedad Dominicana de Cardiología (SDC), recomendó a esas personas no exponerse demasiado al sol, buscar un lugar fresco para ubicarse, procurar bañarse en áreas protegidas y mantener vigilados a los niños.
Asimismo, instó a no bañarse en estado de embriaguez, tomar suficiente agua y, si se tiene alguna condición cardiaca, no olvidar llevar y tomar sus medicamentos a tiempo.
El médico advirtió que las altas temperaturas favorecen la aparición de deshidratación y tienen graves consecuencias sobre la salud, especialmente en ancianos, niños y quienes tienen otra condición de salud subyacente.
“En las personas mayores se va perdiendo el control de líquidos por disminución del estímulo de la sed, a veces acompañado de una baja de la función renal por esclerosis o envejecimiento, lo que agrava su estado”, apuntó.
“Una buena hidratación en el anciano mejora las funciones cardiovasculares y renales, lo que favorece la salud mental y la tonicidad de los músculos. En los niños debemos evitar la deshidratación, ya que necesitan más agua en su organismo y en muchos casos son incapaces de expresar que tienen sed”, observó.
Recordó que el ser humano tiene mecanismos, conocidos como termorreguladores, para regular la temperatura corporal, los cuales mantienen la temperatura entre 36 y 37 grados centígrados, pero “Cuando estos se ven superados por temperaturas muy altas o muy bajas, aparecen síntomas y signos característicos especialmente en la población más vulnerable, que es la antes mencionada, compuesta por ancianos, niños y personas con una condición subyacente, destacó Suero.
Agregó que la persona que se deshidrata pierde agua y sales, y aparecen síntomas tales como cefalea, vértigo, cansancio, irritabilidad y taquicardia, debido a la activación de sistema nervioso y a la pérdida de líquidos y electrolitos.