En Europa aumentan los problemas de confianza de la banca. Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, en las Bolsas perdió 13%, y como se dispararon los seguros contra impagos (CDS), la caída se extendió a todo el sector bancario.
Deben hacerse análisis para comprobarlo, además de los problemas particulares de los bancos el regreso de la desconfianza e inseguridad al mercado podría ser consecuencia, por un lado, del endurecimiento de las condiciones crediticias a hogares y empresas por parte del Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense. El primero aumento sus tipos de interés por sexta ocasión consecutiva en 50 puntos básicos, hasta 3.5%, no obstante, el pronóstico de crecimiento de 1.6% en 2023, alejado de 5.5% en 2022, y el segundo en 25 puntos básicos, la novena alza consecutiva, hasta situarlo entre 4.7% y 5%, lo más alto desde 2007, con pronóstico de crecimiento del PIB de 0.4%, una brutal caída respecto al 2.1% de 2022.
Puede leer: Crisis bancaria y financiera en los mercados internacionales y nuestra economía
Y, por otro lado, de la redefinición de la política monetaria mundial que extraigo de los comentarios de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, y Jerome Powell, presidente de la Reserva.
Uno, el objetivo único del aumento de los tipos de interés es reducir la tasa de inflación interanual hasta 2%. Piensan que, si la inflación no cede, podría haber alzas adicionales de tipos de interés, pero sin comprometerse como en el pasado reciente.
Dos, para su política monetaria la Reserva Federal se apoya en fundamentos económicos y financieros de familias, empresas y entidades financieras, entiende son más sólidos que en 2007, y el Banco Central Europeo en sus previsiones de inflación general, inflación subyacente y transmisión de la política monetaria.
Y tres, gestionan la crisis bancaria y financiera con otros instrumentos, como provisión de liquidez.
Vigilando, como lo hace, la incertidumbre en mercados internacionales como lo recomienda el FMI a todos los países, tengo la seguridad de que nuestro Banco Central analiza si el aumento de tipos de interés y redefinición de la política monetaria mundial genera crisis de ahorros y prestamos, y como altera su hoja de ruta.
Los hechos muestran que por el momento no necesita cambio, hace su trabajo, mantiene nuestra economía fuera del alcance de la crisis de la banca regional estadounidense que sigue creando turbulencias. Entre los hechos destaca lo prudente que fue pausar en el ciclo de aumentos de la tasa de política monetaria después de subir 550 puntos básicos, de 3.00% el 24 de noviembre de 2022 a 8.50% anual, donde se encuentra en este momento.
Nivel que se considera adecuado para que la inflación converja al rango meta de 4.0% durante el 2023, porque fue fundamental para desinflar la brutal inflación, la tasa interanual bajo 326 puntos básicos, del pico de 9.64% en abril de 2022 a 6.38% en febrero 2023. Y para encarecer el crédito como era el propósito, la tasa de interés activa de la banca múltiple, que registro un promedio ponderado de 9.22% en 2021 y 13.50% en 2022, aumento a 16.37% la semana pasada.
Pienso que el Banco Central aumentaría su tasa de referencia si hay un fuerte repunte de la inflación mensual que se desplomo de 1.18% en enero 2022 a once décimas en febrero 2023.