POR MARIO MENDEZ
Son muchos los eventos que se han hecho en el país para abordar la problemática eléctrica, pero en ninguno se habló tan claro como en uno organizado ayer por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (Anje). Lo primero que se abordó con claridad en el evento, es que la ley de electricidad, que ha estado siendo violado alegremente por los diferentes actores del sector (incluido el gobierno) hay que cumplirla.

Los participantes en el evento, que incluyeron a pasadas autoridades y a los actuales funcionarios del sector, así como a expertos y representantes del sector empresarial, hicieron énfasis en que para el funcionamiento efectivo del sector se hace imperativo respetar la ley.

Explicaron que el organismo que tiene que hacer cumplir la Ley es la Superintendencia de Electricidad, como organismo regulador del mercado, por lo cual éste no debe participar en las negociaciones que se realizan en el sector, para evitar convertirse en parte interesada, en desmedro de su rol de juez.

Esto fue reconocido por el propio superintendente de Bancos, ingeniero Francisco Méndez, quien reconoció que el organismo que dirige debe concentrarse en ejercer su papel como regulador del sector, haciendo cumplir la ley.

Uno de los participantes en el evento dijo que el hecho de que en los inicios de un gobierno se haya hablado tan claro sobre la necesidad de que se aplique la ley y de que se esté ejerciendo una presión para que se dé seguimiento a este tema, podría marcar un cambio en la forma como hasta ahora se ha conducido el sector eléctrico.

La ley general de electricidad ha sido violado en muchos aspectos, sobre todo en lo que tiene que ver con los derechos que otorga la ley a los usuarios del servicio.

Han sido muchas las denuncias de violaciones a la ley, que van desde no aplicar las sanciones que la misma ordena por las interrupciones en el servicio, pasando por el desconocimiento de los derechos de los llamados clientes no regulados, hasta establecer tarifas para el cobro del servicio sin acogerse a las exigencias que en esta materia dispone la ley.

Sobre el propio tema de la tarifa, también en el evento los actores del sector se dijeron entre sí, de cara a cara, verdades que antes no solían no decirse.

Fue lo que ocurrió, por ejemplo, cuando asesor de la empresa AES dijo que en el país nunca se había hecho un intento de establecer una tarifa técnica en el sector eléctrico.

Se recordó que hubo un intento, pero que el pasado gobierno no permitió que la tarifa se aplique por razones políticas, en el entendido el precio de la electricidad subiría mucho para los barrios marginados o «carenciados».

El anterior superintendente de Electricidad, ingeniero George Reynoso, tuvo que reconocer que efectivamente se produjo ese intento y que la tarifa eléctrica no pudo ser aplicada por las razones señaladas.

Igualmente, en el evento fue casi unánime el clamor de que sean revisados los contratos suscritos entre el Estado y las empresas eléctricas.

Sobre este tema habló el director del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ingeniero José Luis Moreno San Juan, quien dijo que la revisión de los contratos puede dar lugar a una significativa reducción de las tarifas actualmente vigentes, a pesar de los aumentos que se han producido en los precios internacionales del petróleo.

Advirtió que con los contratos actuales es imposible lograr la sosteniblidad financiera del sector.

Explicó que se puede lograr que la tarifa en baja tensión baje a entre 11.09 y 13.07 centavos de dólar el kilovatio hora; que la de media tensión baje a entre 9.47 y 9.96 dólares el kilovatio hora y que la de alta tensión disminuya a entre 7.78 y 8.23 dólares el kilovatio hora.

Explicó que esto se lograría como resultado de establecer un precio base de los contratos entre las generadoras y distribuidoras de 4.9 centavos de dólar el kilovatio hora en energía, más 1.5 centavos de dólar el kilovatio hora en potencia.

Agregó que debe establecerse un techo en las compras de energía en el mercado spot de 7.80 centavos de dólar el kilovatio hora en energía y de 0.97 centavos de dólar el kilovatio hora en potencia.