Con las notas musicales de los himnos nacionales de República Dominicana e Israel, ambos interpretados por el cuerpo de música del Ejército Dominicano, se dio inicio a la actividad pautada para las 7:00 de la noche.

El Centro Israelita aglutinó en un mismo escenario a diferentes personalidades pertenecientes a la vida social, política y empresarial de República Dominicana, que sin importar su denominación religiosa, asistieron y compartieron en unidad con la finalidad de ser testigos de la entrega de la placa conmemorativa a la vicepresidenta dominicana la doctora Margarita Cedeño de Fernández.

Este reconocimiento fue otorgado a Cedeño de Fernández por el embajador de Israel en territorio dominicano, Bahij Mansour y la Directiva de la Comunidad Judía, la cual es presidida por el Isaac Rudman, presidente de la comunidad.

Durante los discursos, Bahij Mansour explicó que esta distinción reconoce con una placa simbólica al Estado dominicano en la persona de la vicepresidenta, en señal de agradecimiento por la amistad entre ambas naciones, por el hecho heroico que tuvo República Dominicana al otorgar visados a los judíos que huían del Holocausto creado por los nazis en Europa, oportunidad en la que varios se establecieron en comunidades de la región norte del país, específicamente en los poblados del municipio de Sosúa, en la provincia Puerto Plata.

Margarita Cedeño de Fernández ofreció unas palabras agradeciendo a la comunidad israelí por tan importante reconocimiento.

También expresó que este reconocimiento representa un símbolo que el Estado valorará infinitamente, porque constituye un nuevo impulso a las relaciones entre ambos países.

El acto fue bendecido por Shimon Pelman con una oración hecha en hebreo y español, además del toque del shofar, instrumento musical de viento, fabricado en cuerno, que se usa en actos solemnes.

La velada fue amenizada por el grupo coreano “Gracias”, que deleitó a los convidados con connotados temas israelís como el emblemático “Hava Nagila”.

La placa conmemorativa. Está hecha en madera de olivo, árbol milenario de la sabiduría y la paz, considerado uno de los más bellos y resistentes, de color ocre verdoso con vetas pardas muy irregulares formando dibujos muy característicos.

Sobre la misma está tallada la estrella de David y la Bandera de República Dominicana, sellando la amistad que por años ha unido a ambas naciones, con una inscripción que hace referencia a los 75 años de aniversario de la formación de la colonia judía en suelo dominicano.