En Gualey prefieren salir de pobreza, sin metro

En Gualey prefieren salir de pobreza, sin metro

POR GERMAN MARTE
A muchos residentes de Gualey les tiene sin cuidado si los califican de pre-modernos o atrasados: antes que un Metro en la ciudad, prefieren que les resuelvan problemas que, aunque sencillos, les fastidian la vida y les dificultan cada vez más romper el círculo de la pobreza.

En este barrio de la Zona Norte del Distrito Nacional, donde habitan alrededor de 17 mil familias -la mayoría de ellas de escasos recursos-, la gente está más preocupada por necesidades básicas, esenciales: comida, una escuela primaria, energía eléctrica y ante todo «salvar el pellejo» de los delincuentes que aprovechando los apagones nocturnos hacen de las suyas ante la ineficiencia de las autoridades policiales.

«Lo primero que hay que hacer es arreglar la luz, que por aquí dan cuatro horas de luz en el día entero», expresó la comerciante Cinthia Pimentel.

Tras considerar que un tren no es una prioridad, Pimentel afirmó que primero se debe organizar el país y pagar la deuda.

Del mismo modo, Ramón Mercado, operador de máquinas pesadas, estima que se debe salir primero de los problemas pendientes antes de embarcar el país en una obra tan costosa como el Metro, «no puede estar bien. El (gobierno) lo que tiene es que apurarse en pagar la deuda que se debe antes de «inventar con tren». A dónde vamos a llegar si seguimos cogiendo más préstamos?»

Consideró que el gobierno debería preocuparse por resolver el problema de la energía eléctrica. Dijo que para él un tren no significa nada, por lo que preferiría que se creen fuentes de empleos, rebaja de la comida, aumentar los sueldos.

Además, afirmó que el tren no contribuirá a solucionar el problema del transporte en la ciudad, porque la ruta que recorrerá es muy corta.

De su lado la ama de casa Claudia Paredes dijo que sería bueno la construcción de un tren en la ciudad aunque reconoce que hace falta «de todo» y citó la falta de energía eléctrica como uno de los problemas más agobiantes para ese sector.

También está de acuerdo con el Metro la señora Marina Quezada, quien considera que su construcción es algo muy importante «lo demás viene. Hay que ir haciendo por parte las cosas que benefician más al país y a la gente pobre». Dijo que el tren facilitará el transporte para los más pobres.

Pero algo muy diferente piensa Lorenzo del Rosario, pensionado, «en los hospitales no hay ni gasa, ni hilo», mientras que en las clínicas del IDSS no hay medicamentos para los pensionados como él que sufre de la presión.

En su opinión el gobierno debería resolver primero la falta de medicinas en los hospitales, la energía eléctrica y el alto costo de la vida.

José Alberto, estudiante de Electrónica del Politécnico Santa Ana, considera que el gobierno debería tener en consideración que el país acaba de salir de una grave crisis económica que incluso condujo a tener que firmar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al que prácticamente le debemos todo. Si seguimos así le vamos a deber hasta el alma».

El joven dijo que construir un Metro en los actuales momentos sería perjudicial porque aumentaría la deuda del país, «si me preguntan mi punto de vista, yo diría que no. Porque hay cosas más esenciales. Que construyan escuelas, que por aquí sólo tenemos este politécnico».

Agregó que las autoridades también debería preocuparse por controlar la delincuencia que azota al barrio.

Los atracos que se producen en medio de los apagones son la mayor preocupación para Carlos Julio Solano, motoconchista, por eso -dice- aunque no se opone a que hagan un tren, quisiera que redujeran los cortes energéticos.

De su lado, Leonardo Veloz Ureña manifestó que en el país hay muchas cosas que deberían ser resueltas antes que un tren subterráneo, «hay muchas cosas prioritarias aquí, no hay luz, muchos atracos, los hospitales no tienen medicina».

Afirmó que el principal objetivo del Metro es beneficiar económicamente a quienes lo van a construir.

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