POR CARMEN MATOS
Conscientes de que con cada aguacero sus vidas corren peligro, los casi cuatro mil habitantes de los barrios Timbeque y Yaguasa, en Los Guaricanos, regresaron a sus humildes casuchas en la margen del río.
Aunque las aguas apenas comienzan a despejar las viviendas y pantanales cercanos, estas familias no tienen otra opción, por lo que rescataron unas pocas pertenencias y se alojaron nueva vez entre los restos de hojalata y madera podrida.
Pasado el mediodía de ayer y todavía con estómagos vacíos, decenas de vecinos se congregaron en la entrada del sector, desde donde organizaron una caminata hacia el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi).
Los manifestantes prepararon pancartas con las que rechazaron la entrega de cemento y arena que les prometió la institución estatal, porque afirmaron que no quieren vivir más a orillas del río Yaguasa.
Sólo queremos un terreno seco, exclamó uno de los vecinos, quien dijo que desde hace 20 días deambula con su mujer y sus dos hijos hasta llegar donde le coja la noche.
Esa es la situación de Mayra Encarnación, de 54 años de edad, quien confesó que junto a sus hijos duerme en locales en construcción hasta ser descubiertos por los dueños.
En tanto que Francisca Bonilla, de 73 años, desde hace 20 días duerme en el piso, porque prefiere compartir su camas con sus seis nietos e hijos.
La comunidad que perdió todo, sobrevivió a las inundaciones de la tormenta Noel por la colaboración de sus líderes comunitarios e iglesias, ya que como explicaron, hasta la fecha, allí no ha llegado ningún tipo de ayuda gubernamental.
A pesar de los incontables charcos y de la proliferación de ratas y mosquitos en la zona, dijeron que tampoco se han realizado jornadas de fumigación.
De la salud
Para hablar sobre las condiciones sanitarias de estas barriadas, compuestas mayormente de barracones, no hay que ser un experto.
Así lo afirmó Virgilio de los Santos, encargado de salud de la junta de vecinos, quien manifestó preocupación por las alergias en la piel, fiebres, gripes y otros problemas respiratorios que se hacen cada vez más comunes entre la población.
A todo esto, la mayoría de niños, que no asiste a la escuela, anda descalzo y aparentemente ajenos a la epidemia de leptospirosis que afecta al país.
Sin salida
El Timbeque y El Yaguasa son dos barrios en los que nadie quiere vivir. Sin embargo, los habitantes no tienen otra opción, porque son familias de escasos recursos que no tienen otro lugar donde guarecerse.
No queremos arreglar estas casas, queremos salir de aquí, dijo uno mientras observaba la crecida del río que volvió a impactarles durante el pasado fin de semana, como sucede con cada aguacero.
Se dedican al buceo
De todos los hombres de la zona, apenas cinco están empleados. Los demás bucean en el vertedero de Villa Mella, ubicado a unos pocos metros, donde extraen botellas plásticas y sacos que se venden a RD$5 y RD$10 en los mercados.
El oficio, que ejercen con autorización de las autoridades del basurero, implica la separación por áreas de los vecinos por encargados de plásticos, sacos, botellas y electrodomésticos.
Radiografía: Los Guaricanos
El sector Los Guaricanos, en Santo Domingo Norte, tiene una población cercana a las cuatro mil personas y se ubica alrededor del río Yaguasa.
A primeras horas de la mañana del lunes 28, aquí se registró la muerte de dos hombres, uno murió ahogado y el otro, producto de un shock eléctrico.
Las barriadas no tiene siquiera una calle pavimentada, a pesar de que en todas las entradas a los barracones hay un letrero de la sindicatura del municipio, que preside Jesús Féliz.
El barrio Los Macos, que habitan 50 familias, permanece parcialmente incomunicado ya que el lodo y los charcos lo convirtieron en una ciénaga.
Más del 80 porciento de los residentes perdieron todas sus pertenencias por las inundaciones, producto de la crecida del río Yaguasa.