Trece comunidades seguían ayer aisladas en el municipio de Guerra, al Este de Santo Domingo, debido al desbordamiento del río Brujuelas, y más de 300 familias de Los Coordinadores, Sabana Perdida, Santo Domingo Norte (SDN), seguían fuera de sus casas debido a que las aguas del río Ozama seguían dentro de sus hogares.
Entre los lugares incomunicados estaban Hato Viejo, Hato Viejo II y III, La Catalina, Torga, El Alto, La Garza, Amelia, y otras como El Limón, La Gina II, El Kilómetro 36 A y B, Carretera Mella, cuyos moradores llevan tres días sin poder cruzar por el puente que sirve de enlace.
Roberto Puente, director del distrito municipal de Hato Viejo, en el municipio de Guerra, considera que sus vecinos se encuentran en un callejón sin salida, debido a que podrían salir por Guerra, pero el mal estado de los caminos vecinales lo impide.
Precisa que salir de Hato Viejo a Guerra sólo sería posible en un tractor, debido a que es imposible en vehículos comunes. El funcionario municipal deplora que con frecuencia miles de familias quedan atrapadas debido a que el río Brujuelas crece con frecuencia, lo que provoca graves inconvenientes para la economía de la zona. Estima que la solución sería la construcción de un nuevo puente de mayor longitud y altura, además del dragado del río para que no se expanda como hace actualmente.
Calcula entre ocho y diez millones de pesos la inversión en la construcción del puente, de ahí que el gobierno municipal no podría emprender una obra de esa naturaleza.
Exhorta al presidente Danilo Medina a que instruya al Ministerio de Obras Pública para que construya un nuevo puente sobre el río Brujuela, debido a que el presupuesto del Distrito Municipal es de apenas 800 mil pesos mensuales, con lo que no puede hacer prácticamente nada.

La población. El Distrito Municipal de Hato Viejo tiene una población superior a los 12 mil habitantes, que a raíz del proceso de privatización de la industria azucarera vive de la Zona Franca y de diferentes actividades en Santo Domingo.
Además de Guerra, Hato Viejo hace frontera con Boca Chica, así como con el municipio Los Llanos, en San Pedro de Macorís.
Abandonar. Salvadora Caminero, presidenta de la junta de vecinos El Limón, deplora que cada vez que llueve deben abandonar sus casas, debido a que son inundadas por las aguas del río Brujuela.
Informó que unas 40 familias tuvieron que salir corriendo en la madrugada del viernes debido a que las aguas llegaron a sus hogares de manera repentina, por lo que se vieron obligados a refugiarse en la Escuela primaria del lugar hasta que el río permita volver a las casas.
Darío Sánchez, uno de los albergados en la escuela, expresó que salió de su casa con el agua a la cintura junto a sus hijos el pasado viernes porque de lo contrario hubiese quedado atrapado.
Luz María Justo, supervisora del Distrito Escolar 1005 del municipio de Boca Chica, se presentó al plantel para ver si era posible reiniciar la docencia este martes o miércoles, cuando las familias salgan a sus hogares.

El viacrucis SDN. En los Coordinadores, en Sabana Perdida, los damnificados seguían ayer en casas de familiares, vecinos y amigos, debido a que el río Ozama llevaba tres días anegando las casas.
Norvo Pachano, vecino del lugar y afectado por la inundación, reclama del presidente Danilo Medina desocupar la zona, que considera la más vulnerable de Santo Domingo, porque de lo contrario seguirán en zozobra cada vez que llueva.
Miguel Moya, al igual que la mayoría de sus vecinos, enganchó algunos ajuares en la parte superior de su casa para evitar que las aguas sucias del Ozama los dañaran, mientras amaneció con sus hijos en casa de vecinos.
Máxima Oviedo seguía ayer junto a sus cuatro nietos fuera de su casa, que abandonó el sábado cuando el río penetró al hogar, solo con algunas piezas de vestir.
“Bajé a media mañana (de ayer) a ver si podría limpiar, pero cuando entré a la casa el agua me subió por encima de la rodilla, por lo que tuve que salir”, expuso Oviedo.