El obispo Santiago Rodríguez Rodríguez, afirmó que las inundaciones provocadas por el huracán Fiona el lunes echaron a perder la agricultura de la provincia Hato Mayor, destrozaron 50 casas de familias asentadas en áreas vulnerables y tumbaron numerosos postes del tendido eléctrico.
El religioso dispuso que la iglesia trabaje en el informe que presenta la Gobernación y la Defensa Civil sobre la situación actual.
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En tanto, en San Pedro de Macorís, de donde también es obispo Rodríguez Rodríguez, el huracán dejó a 37 familias sin viviendas en la parte urbana, porque sus techos volaron con los vientos huracanados y más de 311 personas desplazadas o refugiadas en casas de familiares o amigos.
Expresó que en San Pedro de Macorís lo que más causó el huracán fueron inundaciones.
El párroco de la iglesia San Pablo Apóstol, de San Pedro Macorís, y director de la Pastoral Social, Fisner Vaillant, es el encargado del levantamiento, con la participación de la Pastoral Social.
Dijo que en San Pedro nueve sectores tuvieron inundaciones dejando 115 personas desplazadas de 29 sectores; 196 fueron llevados a casas de amigos, de barrios como La Belleza, Cangrejitos, Blanco, Santa Fe, Paso al Medio y Ramón Santana.
El director de la Defensa Civil de Hato Mayor, Genaro Ramírez, sostuvo un encuentro la tarde de ayer con Vaillant, en la que declaró al periódico Hoy que el huracán Fiona dejó a Hato Mayor en las ruinas, “desbaratada” y junto a El Seibo y La Altagracia, son las tres provincias del Este en estado de emergencia.
Señaló que el tendido eléctrico de Hato Mayor está colapsado y ayer comenzaban a trabajar para restablecerlo. “Muchas comunidades se inundaron: Mata Palacio, Hierbabuena, Paso Cibao, Guayabo Dulce, El Cercado”.
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